Título: Las hijas de la tierraAutora: Alaitz Leceaga
Sinopsis: Año 1889, La Rioja. Hay quien dice que una maldición se ciñe sobre los viñedos, secos desde hace años, de la finca Las Urracas. Mientras las grandes bodegas de la región comienzan su edad dorada, Gloria -la joven hija del propietario- languidece en la vieja mansión familiar, viendo aproximarse otro año sin cosecha.Sometida a la autoridad de una tía cruel y un padre ausente, Gloria verá cambiar su vida de un día para otro cuando tenga que ponerse al frente del negocio familiar. Será entonces cuando comience una larga batalla que le enfrentará a los bodegueros y caciques locales, que no conciben tener como rival a una mujer. Y menos a una que pone en duda sus viejos privilegios.Con la ayuda de sus hermanas, Gloria luchará por recuperar el esplendor de sus viñedos, al tiempo que se adentra en los secretos que esconden las habitaciones cerradas y los campos muertos de Las Urracas. Bajo la sombra de una maldición que solo al final sabremos si es cierta, las mujeres de esta novela lucharán, sin miedo a nada ni a nadie, por el poder que les pertenece.
Tengo que comenzar esta reseña dándole las gracias al club de lectura de Goodreads de Las hijas de Mary Wollstonecraft pues fue donde conocí este libro al salir propuesto para la lectura del mes de enero y es de las mejores novelas juveniles que he leído, pero ya veréis por qué.No serán abundantes los personajes que aparecerán en la obra, pero los que aparecen son muy importantes para la trama y el desarrollo de nuestra protagonista, Gloria y sus hermanas, Teresa y Verónica, las hermanas conocidas como las malditas o endemoniadas por su color de pelo. A causa del rojo fuego de sus cabellos, tendrán una educación estricta en la cual lo que menos se les enseña es a pensar por sí misma, pero no son tan tontas como se dan a conocer.
No podría quedarme con una sola hermana, aunque la protagonista sea Gloria, pues todas luchan con su demonio particular y se rebelan ante lo normal (recordad que en 1889 la mujer no era más que un mero mueble, eran invisibles para los hombres). La mayor lucha contra su mellizo y contra la sociedad, la mediana con la sexualidad y la pequeña es algo especial, pero ahí reside su encanto, es un personaje incomprendido y que solo sus hermanas la entiende, y aquellos personajes que no son “normales” (término empleado en la propia novela).
Como digo, los personajes que pasan por sus vidas tendrán un gran impacto en las vidas de las tres endemoniadas, empezando por su padre Cayo (hace honor a su nombre), Rafael (a este personaje lo he odiado desde la primera página, es el más despreciable de todos), Marcial y Jimena Izquierdo, incluso Inocencio Izquierdo, otro niño incomprendido y especial, Gabriela, Denise y Vinicio, Miguel, Diana y no nos olvidemos de su madre Camila y la tía Ángela. No voy a contar cuáles son los impactos en las tres hermanas, eso tendréis que averiguarlo leyendo el libro.
¿Qué nos vamos a encontrar pues? A tres mujeres que alzan su voz, tres mujeres fuertes que pasito a pasito se hacen valer por sus méritos, por sus conocimientos, a pesar de ser oprimida por su sexo. Son tres personajes también bien escrito, tan redondos que veremos en ellos los cambios que van dando, pasando del miedo al coraje, el permanecer callada para no provocar más problemas a alzar la voz reclamando sus derechos, Pero no solo son estos tres personajes redondos, todos lo son realmente, puesto gracias a ello algunos nos causará rechazo, otro odio (Rafael ejem ejem), ternura, repulsión… Son tantos los sentimientos los que me han provocado los personajes, sus historias que no podría resumirlo en uno solo. En definitiva, es un libro cuya historia tiene lugar en un ambiente oscuro, de sombras, donde nada es blanco o negro. La trama está llena de misterio, de secretos que iremos desvelando poco a poco, pero también de impotencia por presenciar todo y no poder hacer nada. Un libro que merece ser leído prestando atención a cada detalle, a cada situación. Un libro que no podrás dejar de leer hasta llegar a su final.