Las hijas de Zalman
Autora: Anouk Markovits
Editorial: Salamandra
ISBN: 9788498385748
Páginas: 253
Sinopsis
En la época de la II Guerra Mundial, en Europa Central, tres niños judíos unen sus destinos. Josef, salvado por su criada tras la muerte de toda su familia rescata posteriormente de una situación parecida a la pequeña Mila. Ambos llegan a la casa de Zalman Stern, líder judío que acoge a Mila, quien se hace inseparable de la hija de Stern, Atara. Además, envía a Josef a estudiar el judaísmo a Estados Unidos, a una comunidad jasídica de Brooklyn.
Pasa el tiempo y los niños, ya mayores, siguen caminos diferentes. Atara huye para hacer su propia vida, y Mila sigue la tradición casándose con Josef y viajando a los Estados Unidos. Lo que era un matrimonio feliz sufre un contratiempo que hace que todo lo que para Mila y Josef era incuestionable adquiera ahora otro sentido.
Reseña de Mustis
Seguramente muchas veces os han llamado la atención, al verlos en documentales o en películas, esos grupos de judíos que viven aislados en sus propias comunidades y regidos por gran cantidad de estrictas normas. Por ejemplo, la última vez que yo he visto en televisión algo sobre ellos ha sido en un capítulo de The good wife, en el que había un juicio porque uno de estos judíos había hecho algo que rompía el descanso del "shabat".
Pues bien, sobre estas comunidades jasídicas trata Las hijas de Zalman. El libro se divide básicamente en dos partes. En la primera conocemos a los tres personajes protagonistas durante su infancia en Europa Central: tres niños judíos, Josef, Mila y Atara, que ven unidos sus destinos. En la segunda parte Zalman y su familia se trasladan a París, donde Atara y Mila crecen tomando dos caminos diferentes, y Mila se reencuentra con Josef.
No sabía nada sobre Anouk Markovits, ni siquiera si esta era su primera novela o había escrito otras anteriormente. Leyendo el libro podríamos sacar la conclusión de que Markovits ha hecho una excelente labor de documentación sobre la forma de vida en las comunidades jasídicas. Si nos fijamos en su biografía veremos que no le ha hecho falta, ya que ella misma proviene de una familia jasídica satmer a la que abandonó huyendo de un matrimonio concertado. Hay un paralelismo enorme entre la vida de la escritora y la de Atara, que también huye para vivir libremente su vida.
Me ha gustado mucho cómo Markovits nos explica cómo son las creencias, las costumbres y las normas que han de seguirse en estas familias. Lo hace siempre con un gran respeto y sin emitir juicios. Incluso llego a percibir en el texto nostalgia y cariño por unas tradiciones que, aunque la escritora haya decidido no seguir, fueron su forma de vida con su familia durante mucho tiempo. Así, deja que los lectores seamos los que nos formemos nuestra propia opinión, y podemos encontrar una cierta poesía en esta manera de vivir, aunque sepamos que lo negativo primaría siempre si alguna vez tuviéramos que vivir así.
Y en el libro vemos que es mucho lo negativo. Las niñas, Mila y Atara, sufren por obedecer todas las rígidas normas que les dicta su religión y que su padre vela por que se cumplan; en el colegio no pueden mezclarse con otros niños ni celebran cosas como la proclamación del estado de Israel (Zalman cree que los judíos son una nación aparte, que no deben tratar con otra gente y que Dios decretó el exilio del pueblo judío y no quiere que se rebelen, porque Él con sus milagros los liberará). Es especialmente significativo el episodio en el que Zalman castiga a las niñas por montar en bicicleta en Shabat, día sagrado en el que ni siquiera se puede pulsar el interruptor de la luz.
Anouk Markovits
Todo este mundo de normas y prohibiciones hace que, al crecer, Atara abandone la comunidad para saciar sus ansias de conocimiento y llevar una vida que nunca podría tener con su familia. Sin embargo Mila respetará la tradición, se casará con un judío jasídico con el que vivirá en la comunidad de Brooklyn y todo esto la hará feliz. Pero esta felicidad se rompe cuando un hecho que afecta profundamente al matrimonio hace que también Mila dude de si el respeto a la tradición y a las leyes debe primar por encima de todo lo demás (y hasta ahí puedo explicar, el resto hay que descubrirlo leyendo el libro).
Las hijas de Zalman es una obra de gran belleza que sacia nuestra curiosidad acerca de los judíos más ortodoxos, de los que yo prácticamente sólo sabía que visten siempre de negro, llevan dos largos tirabuzones a ambos lados de la cara y siguen unas normas muy estrictas. Pero no sólo eso: nos hace pensar en la importancia que tienen para nosotros conceptos como la tradición, la familia, la comunidad, las leyes… y sobre todo, nos emociona con la vida de unos personajes a los que recordaremos durante mucho tiempo.
Esta reseña fue publicada anteriormente en Anika entre libros