¿Qué nos empuja a tomar una decisión? ¿Es la cabeza o es el corazón? ¿Puedes decidir de quién enamorarte? ¿O sólo puedes dejarte llevar a lo inevitable?¿Quizá tu destino ya está escrito?Julia Olsen es una chica de éxito, a punto de cumplir los treinta se encuentra en su mejor momento, adora a su familia, tiene el trabajo de sus sueños, un precioso piso en el mejor barrio de Washington, buenas amigas...Sin embargo tras la fachada de control que Julia Olsen muestra ante los demás, hay escondidos, en un rincón de su corazón, miedos, esperanzas y un sueño romántico que alguien alimentó con fantasías cuando aún era una niña. Ni las responsabilidades ni el paso del tiempo le harán olvidar lo que una anciana le dijo una noche de feria cuando tenía trece años:“...nada más veros sabréis que debéis estar juntos. Haz caso a tu corazón Julia, él te guiará hacia ese hombre, que te cambiará la vida y te completará. Sólo sé que tiene una marca en la cara, algo que le hace único.”En los últimos meses esas palabras resuenan con fuerza en la mente de Julia, le gritan tan alto y con tal convicción que no podrá evitar creer en ellas.Pero cuando su nuevo compañero de trabajo, Will McAvoy, se instale en la oficina, todo su mundo se pondrá patas arriba: porque Will, salvo unos rasgos irresistibles, no tiene ninguna marca en su cara.¿Se dejará llevar Julia a los brazos de su compañero? O por el contrario, ¿buscará a ese hombre especial que lleva escondido en su corazón desde que era una niña?
Tenía muchas ganas de leer algo fresco, entretenido y ligero. No hice mejor elección que conocer a María Jeunet en su primera novela, Las hojas de Julia.
María Jeunet nos ofrece una novela fresca, divertida y amena. La historia de la novela es una de tantas novelas románticas, pero estila una pluma sencilla, fluida y divertida. Tengo que admitir que al principio me pareció un poco lineal y monótona, ya que al ser en primera narración y no tener apenas diálogo se hizo algo lenta e invariable, pero claramente se nota un salto de calidad hacia la mitad del libro con lo que mejoró drásticamente.
El título del libro creo que denota claramente lo que vamos a encontrarnos: sentirse una hoja en el aire, dejarse llevar por los sentimientos y no por lo que la razón te diga. Eso es lo que le pasa a nuestra Julia, tiene miedo a hacerse ilusiones, sentirse bien para luego que todo su mundo se venga abajo… tiene miedo a enamorarse de la persona equivocada, de la persona que no sea el hombre de su vida.
En ese debate se sostiene toda la novela: miedo porque una bruja le dijo que encontraría al hombre de su vida antes de cumplir los treinta, y que ese hombre tendría una señal en la cara y que así podría reconocerlo.
Al cumplir los veintinueve empieza casi a obsesionarse con encontrar a esa persona con la que compartirá su vida y que será feliz, pero solo encuentra caras simples sin marcas en la cara. Tiene miedo a que sus sentimientos le engañen y no sea la persona correcta y no sea ese su destino: viviremos junto a ella ese paso que hará dejar fuera todos esos miedos e inseguridades.
Un bonito viaje al interior de Julia y ese reencuentro con sus sentimientos y su corazón; un viaje al amor sin recelos y con la confianza que sus sentimientos son claros, sinceros y perennes. Por eso, Julia deja volar su corazón hacia las garras del amor, ese amor que te cambia todo: tu vida, tus pensamientos y que hace soñar con una vida plena.
Además, la ambientación es una maravilla. Casi al final de la novela viviremos un paseo por Salamanca: una fantástica aventura que nuestros protagonistas nos tienen preparados, que te hace querer ver y sentir por ti mismo esos maravillosos paisajes y lugares.
En resumen, Las hojas de Julia es una novela romántica que a pesar de ser muy tópica nos sumerge en una aventura de amor, deseo y confianza. Un camino hacia el interior de la persona para darnos cuenta que hay que vivir y no pensar en el futuro, sino en el presente, que hay que dejarnos llevar por los sentimientos y dejar los miedos y desconfianzas fuera de nosotros.