Cada instante es una sensación angustiosa de lo que se quiere esperar y se desea, un constante devenir de lo que se desea y se hace, el querer hacer las cosas de tu corazón y las que realmente haces por cuestiones sociales, dictatoriales, morales, éticas, legales, ambientales y un sinfín de justificaciones que para todos es coherente y en sentido hacia el camino aparentemente correcto y no equivoco de tu corazón, tu que le dices al corazón cuando el desea cruzar caminos distintos; ¿Cómo haces para vivir una vida que no se adapta a tus sentimientos? ¿Cómo cuestionas y actúas frente a las sorpresas del día a día? Y ¿Cómo le abres el corazón a nuevas oportunidades?
Usas todos los días la misma ropa cotidiana de tu closet, buscas lo mas correcto para cargar en tu equipaje, exactamente lo que vas a utilizar, siempre con el mismo pensamiento de una vida cotidiana, el mismo sol, la misma gente, el mismo atardecer, y si es ocasional una pequeña lluvia o un atajo distinto, pero ¿qué haces para que tu vida sea distinta? acaso te escondes y te guardas en tus diarios, solo por el hecho de pensar que lo que deseas no es correcto ni para la gente, ni para tu familia, ni para tu corazón; donde quedan las ideas, los sueños y el dejar a tu corazón volar; no es pertinente mantener el dilema de lo que desea tu corazón y la razón.