Revista Infancia

Las identidades líquidas de los niños

Por Jmburson @jmburson
Las identidades líquidas de los niñosNiños de diversas identidades en las sociedades líquidas.
Otra de las enseñanzas que hemos deducido de Bauman se refiere a la nueva visión de la renegociación del tiempo en las sociedades líquidas y la definición de nuevas identidades en el transcurso del tiempo. Predominan la “cultura ahorista”, no la de Méjico, y la “cultura acelerada”. El tiempo en las sociedades líquidas de consumo no es cíclico ni lineal, Bauman nos dice que es “puntillista”, descompuesto en una multitud de pedacitos, reducido cada uno de ellos a un punto cada vez más próximo del ideal de la adimensionalidad que la geometría atribuye a éste.
El tiempo pulverizado ofrece una doble expectativa, de prevenir el futuro e inhabilitar el pasado. A fin de cuenta, Bauman nos dice que ese doble logro es el ideal de la libertad. La promesa de emanciparnos de los ecos del pasado, que limita las opciones en que elegir en el presente, unido a la promesa de negarle al futuro su incómoda propensión a devaluar los éxitos que se disfrutan en el momento actual, auguran juntas una libertad completa, sin restricciones y casi absoluta. Esta doble capacidad sobre el tiempo, previendo el futuro e incapacitando el pasado, ofrece a la condición humana la capacidad de renacer. Renacer significa que el nacimiento o los nacimientos, como sus consecuencias han quedado anulados. De este modo, puede desarmarse, por fin  el poder de determinación causal, y el poder del pasado de recortar opciones el presente. Lo que fuéramos ya no puede determinar en lo que nos podemos convertir.
Así, el número de maneras en que se pueden ser distintos es incontable. Surge una nueva centralidad asignada en la sociedad actual al interés por la “identidad”, pasamos de la sociedad de la adscripción a la sociedad del logro. Lo que antes era un proyecto de toda la vida, hoy se ha transformado en un atributo del momento. Ha dejado de ser algo diseñado para una sola vez, y  ha pasado a ser algo que se ensambla y se desensambla siempre de nuevo y de forma intermitente.
Anular el pasado, “renacer”, adquirir un yo diferente, reencarnarse en alguien completamente distinto, éstas son las tentaciones de nuestros niños y jóvenes. Son uno y son muchos a la vez, las sociedades líquidas les permite renacer, ser otros, adoptar múltiples identidades para tratar de buscar su verdadero yo, “eso así a condición de que nunca lo encontremos, porque si diéramos con el se acabaría la fiesta” (Mrozek).

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