El Valle de Boí, en los Pirineos de la provincia de Lleida, alberga uno de los conjuntos de arte románico más famosos de toda Cataluña, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Las iglesias románicas del Valle de Boí destacan por sus campanarios y sus frescos, que las hicieron famosas a principios del siglo XX.
Las iglesias del Valle de Boí se hicieron famosas a principios del siglo XX gracias a varios estudiosos del arte que llegaron para estudiar sus frescos. En 1909, la Junta de Museos de Barcelona publicó una colección de reproducciones que despertaron el interés por el hasta entonces tranquilo valle. Varios coleccionistas se interesaron por los frescos y otras obras de arte, bastantes de las cuales fueron compradas por particulares. El resto de los frescos fueron desprendidos de la pared, restaurados y guardados en museos de Barcelona y Vic, siendo sustituidos por copias de gran calidad.
Por sus iglesias y sus paisajes, el Valle de Boí es uno de los lugares más bellos del Pirineo catalán. Para llegar es indispensable alquilar un coche, ya sea en Lleida o en Huesca (ambas a unas dos horas) o, algo más lejos (a unas tres horas y media) pero más fácil, en Barcelona: si te interesa, puedes encontrar coches de alquiler en esta página.
Fotografía de Núria Pueyo en Wikipedia: La iglesia de Sant Climent de Taüll.