Cuando salimos de vacaciones estamos expuestos a un riesgo mayor de poder sufrir alguna intoxicación alimentaria, lo cual, además de hacernos sentir mal físicamente, puede estropear por completo esos días de descanso tan esperados durante todo el año.Hay una serie de consejos que pueden ayudar a evitar las intoxicaciones:
- Lavarse las manos antes de preparar lo consumir la comida. Si no se dispone de agua y jabón, pueden usarse toallitas desechables o geles desinfectantes.
- No beber agua del grifo ni añadir hielo a las bebidas. Se recomienda beber agua embotellada. No beber zumos de fruta que se vendan en puestos ambulantes
- Evitar el consumo de ensaladas y verduras crudas, a no ser que se tengan garantías de que el establecimiento cumple las medidas adecuadas de higiene.
- No tomar alimentos que se hayan mantenido a temperatura ambiente o que hayan sido expuestos a insectos o moscas.
- No consumir leche, queso o productos lácteos sin pasteurizar, ni pescado o marisco crudo o mal cocinado.
- Comprobar que los alimentos que se consumirán se han cocinado por completo. La cocción adecuada mata los microorganismos peligrosos y es uno de los métodos más eficaces para garantizar la salubridad de los alimentos, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud