Revista Infancia

Las investigaciones sobre el cerebro de los adolescentes

Por Jmburson @jmburson


Las investigaciones sobre el cerebro del los adolescentes.  La investigadora Sarah Jayne Blakemore, nos explica en TED, el misterioso funcionamiento del cerebro de los adolescentes.
Hasta hace poco dábamos por sentado que la mayor parte del desarrollo del cerebro ocurre en los primeros años de vida. Sin embargo, en la última década debido a los avances en la tecnología de imágenes cerebrales como la resonancia magnética, o MRI, los neurocientíficos han empezado a indagar dentro del cerebro humano vivo de todas las edades, y ahora pueden analizar los cambios en la estructura cerebral y la función del cerebro.
Diversos laboratorios alrededor del mundo están involucrados en este tipo de investigaciones, y ahora disponemos de una imagen muy rica y detallada de cómo el cerebro humano vivo se desarrolla, y este nuevo retrato cerebral ha cambiado radicalmente la forma en la que pensamos que evoluciona el cerebro humano al revelar que el cerebro no finaliza su desarrollo en la primera infancia, sino que en su lugar, el cerebro continúa desarrollándose durante la adolescencia y hasta los años 20 y 30 de edad.
La adolescencia se define como el período de la vida que comienza los cambios biológicos, hormonales, físicos de la pubertad y termina a la edad en que una persona alcanza un nivel estable. Sin embargo, hoy sabemos que una de las regiones del cerebro que cambia más dramáticamente durante la adolescencia se denomina corteza prefrontal. La corteza prefrontal es un área del cerebro muy interesante. Es proporcionalmente mucho más grande en los humanos que en cualquier otra especie animal, y está involucrada en una amplia gama de funciones de alto nivel cognitivo, como la toma de decisiones y la planificación, inhibiendo conducta inapropiada, y también está implicada en la interacción social, la comprensión de otras personas, y conciencia de sí mismo.

Los estudios de resonancia magnética observando el desarrollo de esta región han demostrado que realmente experimenta un desarrollo explosivo durante el período de la adolescencia. Las investigaciones nos indican que el volumen de materia gris aumenta durante la adolescencia temprana, además se advierte que ocurre un par de años más tarde en los varones que en las niñas, y que al final de la adolescencia hay una disminución significativa en el volumen de materia gris en la corteza prefrontal. Este fenómeno a primera vista puede sonar mal, pero en realidad se trata de un proceso de desarrollo muy importante, porque la materia gris contiene los cuerpos celulares y las conexiones entre las células, las denominadas sinapsis, y ésta disminución en el volumen de materia gris en la corteza prefrontal se cree que corresponden a la poda sináptica, la eliminación de sinapsis no deseadas. Este es un proceso muy importante. En parte es dependiente del medio social, ya que las sinapsis que se están utilizando se fortalecen, y las sinapsis que no están siendo usados
​​en este ambiente particular se podan. Efectivamente, se trata de un ajuste fino del tejido cerebral en función del entorno específico de la especie, que está ocurriendo en la corteza prefrontal y en otras regiones del cerebro durante el período de la adolescencia humana.
Una segunda línea de investigación que ha promovido Sarah Jayne Blakemore consiste en rastrear los cambios en lo relativo al cerebro social, que es la red de regiones del cerebro que utilizamos para comprender a los demás e interactuar con otras personas.


En su laboratorio han reunido a los adolescentes y adultos y se le ha asignado algún tipo de tarea que implica pensar acerca de otras personas, sus mentes, sus estados mentales, sus emociones, y una de las conclusiones que se ha repetido en la red internacional de laboratorios, es que la llamada corteza medial prefrontal, que está justo en el medio de la corteza prefrontal en la línea media de la cabeza, es que esta región es más activa en los adolescentes cuando toman estas decisiones sociales. En esta línea advierte que la función de recordar las reglas sociales y aplicarlas se tiene desarrolladas a mediados de la adolescencia, mientras que por el contrario, aún media una mejora significativa entre los adultos y los adolescentes sobre la capacidad de tener en cuenta la perspectiva del otro con el fin de guiar el comportamiento en curso. “… así que si usted tiene un hijo o hija adolescente y una que a veces piensan que tienen problemas para tomar puntos de vista de otras personas, tienes razón. Lo hacen. Y es por eso”.

Una de estas diferencias se advierte al tomar la asunción de riesgos. Sabemos que los adolescentes tienen una tendencia a asumir riesgos. Lo hacen. Se toman más riesgos que los niños o adultos, y son particularmente propensos a tomar riesgos cuando están con sus amigos. Hay un importante impulso para independizarse de los padres y para impresionar a los amigos en la adolescencia. Sabemos que es el sistema límbico, en el interior del cerebro, el que está involucrado en tareas como el procesamiento de las emociones y el procesamiento de la recompensa. Se ha advertido que esta zona es extremadamente sensible a la sensación gratificante de la toma de riesgo en los adolescentes en comparación con los adultos, además la corteza prefrontal, la que nos impide asumir riesgos excesivos, sigue siendo muy importante para el desarrollo de los adolescentes.

Ciertamente las recientes investigaciones demuestran que el cerebro adolescente sufre realmente un profundo desarrollo, y esto tiene implicaciones para la educación, para la rehabilitación y la intervención social. El cuarenta por ciento de los adolescentes no tienen acceso a la educación secundaria, y sin embargo, este es un periodo de la vida donde el cerebro es particularmente adaptable y maleable: “Es una fantástica oportunidad para el aprendizaje y la creatividad” .
Según lo analizado el problema con los adolescentes - mayor toma de riesgos, control deficiente de impulsos, la autoconciencia - no deben ser estigmatizadas, en realidad, refleja los cambios que se están generando en el cerebro que proporcionan una excelente oportunidad para la educación y el desarrollo social.

 Sarah Jayne Blakemore

El cerebro adolescente (entrevista a Sarah-Jayne Blakemore)


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