Prinzessin Soraya Esfandiary
Soraya Esfandiary-Bakhtiari o S.A.I. la Princesa Soraya del Irán (en persa: ثریا اسفندیاری بختیاری, UniPers: Sorayâ Asfandiyâri-Bakhtiyâri) (Isfahán,22 de junio de 1932 – París, 26 de octubre de 2001) fue la segunda esposa de Mohammad Reza Pahlevi, último Shah o emperador de Irán.
Hija de Khalil Khan Esfandiary-Bakhtiari (1901-1983), noble de la tribu bajtiari de Irán del sur y embajador de Irán ante Alemania Occidental, y de su esposa alemana, Eva Karl (1906-1994). Tuvo un hermano, Bijam Esfandiary-Bakhtiari (1937-2001), que murió pocos días después que ella.
Reza Pahlevi y Esfandiary se casaron en 1951 y se divorciaron en 1958 ante la infertilidad de la Emperatriz. Se le otorgó el tratamiento y título nobiliario de «Su Alteza Imperial (S.A.I.) la Princesa Soraya del Irán», tras su divorcio.
Primero se estableció en Roma, Italia en su exilio. La Princesa Soraya intentó una breve carrera como actriz, protagonizando en 1965 la película I tre volti, con cuyo director, Franco Indovina (1932–1972), mantuvo una relación sentimental. También participó en la película de 1965 She.
Tras la muerte de Indovina en un accidente de aviación, la princesa se convirtió en un personaje asiduo de la prensa del corazón que la denominó «la princesa de los ojos tristes». A raíz de ese fallecimiento de su amigo especial, dejó para siempre Italia para radicarse en Francia.
Poco tiempo antes de su muerte, Soraya pudo al fin revelar el secreto en sus memorias privadas: ella no fue infértil como tal ha sido señalada por los médicos cercanos al Sha, sino que ellos inescrupulosamente manipularon los exámenes médicos de ella para convencer al Sha sobre la supuesta infertilidad de Soraya, perjudicada por la mentira creíble montada por aquellos galenos y de ahí vino el inesperado divorcio.
La Princesa Soraya de Irán murió en su apartamento en París, con 69 años. Está enterrada en Westfriedhof, un cementerio de Múnich, Alemania, junto a su familia. En 2002, su tumba fue profanada por los radicales musulmanes con pintadas acusándola de «parásito social».