Las joyas valen por las historias que crean y no por el dinero que cuestan

Las joyas valen por las historias que crean y no por el dinero que cuestan…

Eloísa es una mujer que nos visita frecuentemente en la tienda. Unas veces para comprar regalitos para sus nietas a las que les encantan las joyas de plata y otras veces para tomarse un cafecito con nosotras y charlar. Es muy agradable y siempre tiene alguna historia para contar. Ha vivido mucho y muy intensamente, y eso se nota en la forma de expresarse.

A principios de semana acudió a nosotras para hacer unos arreglos de joyas y bisutería que tenía antigua. Cada una de las piezas era más singular que la anterior… estábamos fascinadas. Nos trajo una pulsera de oro con diamantes a la que les faltaba alguna de las piedras, pendientes de plata vieja que habían perdido el palillo, colgantes de bisutería con filigranas y adornos hechos a mano por su abuela… imaginaos.

También nos trajo un montón de fotos antiguas, retratos de sus padres, sus hermanos de pequeños, de ella misma… Buscaba marcos de fotos en plata para darles vida en su salón. Además tenía una foto pequeña, como diríamos ahora, de tamaño carnet. Era su abuela siendo joven. Eloísa estuvo echando cuentas, como ella dice, y esa foto debía de ser de 1908 o 1910…

Cuando la vi no pude resistirme a preguntarle más detalles. La dulzura con la que hablaba de su abuela era muy particular. Entonces pensé que le haría ilusión llevarla colgada y le regalé un guardapelo de plata. Tuvimos que hacer malabarismos para adaptar la foto al hueco ovalado, pero lo conseguimos y quedó precioso. A Eloísa le encantó, la verdad es que le gustó mucho más de lo que yo pensaba que le iba a gustar.

Así da gusto hacer regalos, ¿no os parece? Cuando tenemos que hacer un regalo por un compromiso o algo predefinido como un aniversario, un cumpleaños o Navidad, nos rompemos la cabeza pensando qué le puede gustar a esa persona. A veces acertamos y otras no… Pero cuando surgen estas ideas de repente, en el momento, ves algo que claramente le va a gustar a alguien a quien quieres y se lo regalas sin más, sin un motivo, simplemente porque te apetece hacerle sonreír… Eso sí que es gratificante.

¿Os ha pasado alguna vez? ¿Os han regalado algo sin un motivo predeterminado que os ha gustado más que cualquier detalle en Navidad, cumpleaños…?