Ayer fue el aniversario del nacimiento de Vladimir Lenin, el pobre está muerto desde hace ya unos años. Cosa pequeña e insignificante realmente, ya que el marxismo no debería entender de héroes, salvo del pueblo que es quien lo hace todo y todo lo sufre.
Sin embargo podemos hablar del estratega, del hombre que consiguió discernir entre la realidad política y la estética, cosa de la que carecemos por completo hoy. Lenin no tuvo ningún reparo en actualizar y poner en sintonía con su realidad política la teoría de Marx que aunque no tuvo cambios sustanciales fue adaptada a una realidad distinta, la realidad del subdesarrollo ruso que contaba con pequeños polos industrializados (aunque muy densos).
Podemos hablar de como se creo dicho hombre, de como se crean los líderes y los cuadros potentes. Lenin se crío en un ambiente de viva democracia en el movimiento obrero, tanto los movimientos sindicales como el partido socialdemócrata -partido que se partió en dos creando el partido bolchevique y menchevique-, ambiente en el cual no había muchas escalas, o convences y haces que otros voten tus propuestas o no tienes nada que hacer. Este ambiente permite al mismo tiempo que los militantes sean cuadros formados en poco tiempo, ya que tienen que estar día sí, día también convenciendo a gente de lo que piensan y a veces cambiando sus ideas al estar equivocados. Cosa que se aprendía al contrastar con el día a día.
La estética y la política, según mi parecer, en Lenin es una cuestión crucial, es la que lo convierte en un autentico marxista, la que lo define como hombre de razón y acción: fue capaz de discernir que el partido menchevique en el poder tras la revolución de 1905 no era un gobierno socialista y que era necesario derrocarlo. Cosa que muchos “comunistas” hoy día no se dan cuenta con el gobierno de Hugo Chávez, o se le derroca por la izquierda o la contrarrevolución de los escuálidos derechistas los arrastrará a todos a una nueva era de derrota política. La gente no para de decir ¡viva el socialismo! y vosotros les dais únicamente reformas políticas y sociales, pero no les dais el poder. ¿Qué socialismo es ese?
Recuperar a Lenin, Marx y todos los grandes teóricos no es otra cosa que atreverse a usar las herramientas del materialismo histórico y discernir que es lo real de lo falso, lo que es de lo que vemos. Aguirre llama a la rebeldía contra el IVA y por eso no la calificáis de socialista amigos, ni siquiera a Zapatero se le considera como tal. ¿No somos capaces de llevar ese análisis hasta Chávez?
No nos debería confundir una boina roja, las características del socialismo son las relaciones de producción. ¿Realmente las relaciones de producción se están inclinando hacía el pueblo? ¿Están cayendo en su poder los resortes económicos del estado? No. Uso el ejemplo de Chávez por no usar cualquier otro. ¡China! Nadie se cree el cuento del comunismo chino. Nadie se cree el cuento del comunismo coreano.
Para relajar los esfínteres del capitalismo no nos queda otra que rescatar la teoría marxista y olvidar la estética, eso se lo dejamos a los fascistas, que lo saben usar muy bien para robar el poder al pueblo, a nosotros nos toca convencer a este de que es suyo el poder y que tiene que gestionarlo. ¿Cómo? Apoyando sus reivindicaciones, enseñando cuando podamos, aprendiendo cuando toque y leyendo a los clásicos – y no tan clásicos- siempre.