“Lesión de un jugador de fútbol americano”
Esta semana he descubierto que tenía una contractura en la parte baja de la espalda, en una zona concreta, como el dorsal bajo. Os voy a contar toda la historia:
Hace como dos meses o quizás un poco menos, empecé a notar un dolor en la espalda que se producía aleatoriamente y que duraba poco. Era un dolor como un pinchazo.
Al principio pensaba que era por sobreentrenamiento, entonces, bajé el nivel de entrenamiento y aumenté los días de recuperación. Seguía entrenando, y me seguía doliendo aleatoriamente, de la misma forma, asique seguí bajando el nivel. Uno de los pensamientos que tuve, fue la de cargar demasiado peso en peso muerto (a pesar, de que la técnica es buena).
Al bajar el nivel de entrenamiento y suprimir ejercicios que pudieran comprometer la espalda, como peso muerto, seguí notando esos pinchazos aleatorios y que apenas duraban. Empezaba a echarle la culpa a pasarme la mayor parte de mi tiempo sentado.
Tras ver que no desaparecía, suprimí el gimnasio temporalmente, el único deporte que hacía era piscina. En 1 o 2 semanas, fue lo único que hice y los pinchazos aleatorios apenas sucedían.
Al final, hablando con varias personas, me recomendaron que fuera a un fisioterapeuta para descartar problemas y quedarme tranquilo. Accedí, y cuando la señorita fisioterapeuta me atendió tras varias comprobaciones detectó que tenía una contractura leve en la espalda. Después de hacerme el típico masaje de fisioterapeuta, que nunca recibiera, me dijo en 2 o 3 días ya puedes volver al gimnasio y que la razón de la lesión podían ser múltiples cosas. Pero sobre todo, las cosas suceden, y da igual si la técnica es perfecta si llevas años haciendo el mismo ejercicio sin consecuencias.
Una vez comentado este suceso personal, vamos a centrarnos en las lesiones deportivas.
¿Cómo se producen?
Las causas son diversas, siempre tienen correlación y a veces es inevitable no sufrir algún tipo de lesión, pero aún así tenemos que tener cuidado con:
- Una mala postura corporal durante el día, y luego una mala realización de ejercicios
- Un mal día para el cuerpo y forzarlo
- Una repetición mal ejecutada
- Una mala técnica
- Trabajar con pesos inadecuados para el cuerpo
- Sobreentreno
- Una caída
- Un combo de las anteriores
¿Cómo se pueden evitar?
A veces no se van a poder evitar, pero si podremos siempre minimizar el impacto.
- Un buen calentamiento es fundamental para que los músculos y las articulaciones sean capaces de hacer los ejercicios deseados. Al entrar en calor los músculos están preparados para su utilización, una arrancada en frío puede suponer una pequeña lesión.
- En el gimnasio trabajar con pesos que puedas manejar, y siempre que vayas a subir la carga, la subirás de una proporción adecuada a tu fuerza. Nunca subas un 50% de peso en un ejercicio, a menos que la anterior serie fuese de calentamiento. Se trata de hacer la progresión muy lenta, para cada vez manejar mayores pesos. Aquí lo que manda es la metodología japonesa: Kaizen.
- Una buena técnica del ejercicio, evitará que se produzcan lesiones, si se producen minizará la lesión.
- Si trabajas en una oficina, eres estudiante, o estás sentado la mayor parte del día lo mejor que puedes hacer es adaptar la posición correcta en una silla. Y nunca pasarte demasiado tiempo sentado. Levantarte a dar una vueltecilla de vez en cuando, te vendrá fenomenal para despejar y para no acostumbrar al cuerpo a la misma postura. Otra opción es hacerte 2 mesas, una para trabajar sentado y otra de pié.
- Cuando duermes poco, tu cuerpo no es el mismo, está cansado y generalmente no rinde por igual. En épocas de cansancio si le exiges al cuerpo más de lo que puede dar, tendrás más posibilidades de sufrir una lesión. Mi recomendación es que bajes el ritmo, y que si estás muy cansado, directamente no entrenes e intentes recuperar toda tu energía.
- Una buena alimentación y un buen descanso, ayudarán a mantener un cuerpo fuerte y una mente saludable. Todo esto te hará menos propenso a sufrir algún tipo de lesión.
Si estoy lesionado, ¿Qué hago?
Pues todo va a depender de tu lesión, si crees que no es nada, baja el ritmo y si al bajar el ritmo sigues notando ese dolor, preocúpate y acude a un especialista: médico, fisioterapeuta.
Si sientes que tienes una lesión grave, no dudes en acudir al especialista tan pronto como puedas. Evitarás males mayores.
Una lesión que no se cure a tiempo, solo va a ir a más, si sigues entrenando con un músculo o articulación afectados e ignoras las señales que tu cuerpo te envía. Luego sufrirás las consecuencias de una lesión más grave.
En general, y como digo siempre, el sentido común es el que prima. No dudes en acudir a tu especialista más cercano, cuando veas que algo va mal. Ten mucho cuidado al ejecutar tus ejercicios y en tus entrenamientos, subiendo las cargas progresivamente.