Las leyes de la frontera; Hecha la ley, hecha la trampa

Por Nacho Cañas.

Estamos a finales de los 70. Ignacio Cañas (Si, casualmente el protagonista se llama como el redactor de esta noticia, con Marco Ruiz interpretándole) es un estudiante de 17 años retraído y que sufre acoso mientras vive en Girona. Por azar, conoce a Zarco (Chechu Salgado) y a Tere (Begoña Vargas), dos maleantes que suelen liarla por la ciudad. Poco a poco vemos como acaba en el otro lado de la ley. Llegado un momento Nacho decidirá entre el bien y el mal. Adaptación de la novela homónima de Javier Cercas, esto es "Las leyes de la frontera". Las leyes de la frontera; Hecha la ley, hecha la trampa Daniel Monzón (Celda 211, El Niño) dirige aquí una adaptación de una novela, aportando su toque personal en los momentos de mas tensión. Es justo en esos planos donde se le ve más cómodo, disfrutándose cada uno de los atracos y persecuciones y viniéndose arriba mientras las balas sobrevuelan nuestras cabezas. No tanto así en esas eternas escenas de amor que nos retrotraen a un cine español más antiguo donde las escenas de sexo largas eran casi obligatorias en toda producción. Las leyes de la frontera; Hecha la ley, hecha la trampa
Marco, Chechu y Begoña están a un nivel muy notable durante casi toda la cinta. En ciertos momentos su interpretación cojea, pero tiende a ser más problema del libreto que de las actuaciones en sí mismas. El argumento, basado en la novela de Cercas, es ya visto cientos de veces. Ese niño bien que acaba atraído por la excitación del delito y de Tere, una femme fatal que será el primer amor de Nacho, quedando prendado y prácticamente a sus caprichos. Todo ya visto, que, aunque no aburre, si que se hace excesivo una vez has sobrepasado las dos horas y ves que aún sigue la cosa. Las leyes de la frontera; Hecha la ley, hecha la trampa
La recreación de la Cataluña de los 70, es lo mejor de toda la cinta. Prostíbulos, hogares, fiestas, e incluso barrios están recreado con mucho mimo y cariño. Un viaje en el tiempo para los que hayan vivido aquella época en esa zona de España. La música de Derby Motoreta Burrito Kachimba es todo lo que espera viendo las influencias que se manejaban en aquel tiempo.En definitiva, un producto, que si no sorprende, si que deja entrever lo mucho que triunfaría Monzón en un producto de género más acorde a sus capacidades, como un thriller o similar. Sin embargo, si eres especialmente fan del llamado “cine quinqui” puedes encontrar aquí un refugio contemporáneo de un género ya casi tan lejano como la época en la que está basado.