Revista Opinión

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

Publicado el 10 junio 2010 por Reven

En definitiva, se pueden prever las acciones de un malvado, sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones, y muchas veces se pueden preparar las oportunas defensas.

Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.

Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que:

  1. a) generalmente el ataque nos coge por sorpresa;
  2. b) incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.

El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque como intentar disparar sobre un objeto capaz de los más improbables e inimaginables movimientos. Esto es lo que tenían en la mente Dickens y Schiller al afirmar el uno que “con la estupidez y la buena digestión el hombre es capaz de hacer frente a muchas cosas”, y el otro que “contra la estupidez hasta los mismos dioses luchan en vano”.

Acabo de leer el libro Las leyes fundamentales de la estupidez humana de Carlo Maria Cipolla y no me queda otra que recomendarlo, es una graciosa y realista manera de analizar a la gente estúpida que inunda nuestra vida. Lo he visto gracias al blog de Rinze. Pueden descargar el libro aquí.


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