Revista Economía

Las libelulas de el periodico.

Publicado el 04 septiembre 2018 por Torrens

El Periódico de Catalunya, al menos desde que lo dirige Enric Hernández, es con mucha frecuencia ejemplo de lo que no debe ser nunca el periodismo.

Su tendencia es PSC-PSOE, y aunque no siempre traten bien a Podemos si lo hacen con Colau y su partido y es sumamente contrario a todo lo que sea no ya independentismo sino simple nacionalismo catalán, tendencias y fobias a las que sus gestores tienen todo el derecho del mundo, y nadie puede atacarles porque defiendan a unos y despotriquen de otros, pero si es condenable que lo hagan en base a mentiras, a testimonios inventados y documentos dudosos.

Las mentiras de los demás periódicos son menos elaboradas, en especial las de la pocilga mediática de Madrid sobre Catalunya, porque muchos de sus lectores están muy predispuestos a leer o escuchar barbaridades sobre Catalunya, sean ciertas o no y se tragan que los niños catalanes tartamudean al hablar castellano, que en el patio de los colegios está prohibido hablar en castellano, que en Catalunya se cometió un golpe de estado en octubre 2017, que la violencia del independentismo ha roto la convivencia, y tantas otras, encantados y sin la más mínima duda y/o comprobación. Pero la pocilga mediática de Catalunya, básicamente La Vanguardia y El Periódico, lo tienen más complicado porque la realidad está a la vuelta de la esquina, por eso La Vanguardia, sobre todo desde que está dirigida por Marius Carol, utiliza la tergiversación con interpretaciones partidistas y solo raramente la mentira, siempre citando fuentes. Pero El Periódico es más agresivo y con mucha frecuencia funciona a base de libelos diseñados sobre falsedades aparentemente soportadas por dudosa documentación o falsos testimonios, hasta haberse transformado en un verdadero nido de libélulas.

Hasta hoy el libelo más famoso fue el que apareció justo después del atentado del 17-A informando que los servicios secretos USA habían advertido directamente a los mossos de la inminencia de un ataque terrorista y cuando fue desmentido por la propia embajada El Periódico publicó un documento que según ellos había llegado a sus manos por caminos que no podían desvelar y que no hacía falta ningún experto para darse cuenta de su nulo valor probatorio. Curiosamente, el verdadero aviso del ataque del 17-A, el que mandó el Mossad (servicio de inteligencia de Israel) al CNI que advertía en concreto sobre el imán de Ripoll y el CNI se lo guardó para ellos solitos no ha recibido nunca el interés de El Periódico y por eso nunca se han referido a dicho aviso y como además por decisión de los partidos del régimen del 78 la relación del CNI con el imán de Ripoll es tabú y no debe ser investigada, pues nunca más se supo.

Sorprendentemente el artículo que adjunto no ha levantado ningún revuelo y ni siquiera comentarios. Fue publicado este último fin de semana, anunciado en titulares de la portada, y pretende ser un relato de los días siguientes a la proclamación unilateral de independencia del 27 de octubre 2017, hasta el encarcelamiento o exilio de los presos políticos, con la pretensión de desprestigiar a Puigdemont y, en mi opinión, con él especial objetivo de desprestigiar también a la campaña de los lazos amarillos y la calificación de presos políticos, porque parte claramente de la base que los miembros del gobierno de la Generalitat, al salir de la proclamación de la República el 27-O ya sabían que iban a acabar en la cárcel o el exilio, y si actuaron con prudencia y algunos se expatriaron no fue porque desconocían hasta donde podía llegar la aplicación del 155 que se estaba produciendo, saltándose los textos legales a discreción, muy por encima y con mucha más dureza de lo establecido en la Constitución, sino porque eran conscientes de que habían cometido un delito, ergo… no son presos políticos.

Si el artículo se hubiese publicado después de los hechos que relata la propia realidad les habría hecho ruborizarse, por eso lo publican con casi un año de antigüedad, cuando incluso a los que leemos el periódico diariamente nos puede fallar la memoria en detalles concretos.

Como podréis comprobar, si lo leéis, no aporta ninguna evidencia de lo que explica excepto una referencia a la Guardia Civil, los especialistas en informes falsos que se inventan de todo incluso pueblos inexistentes de Catalunya, sobre la legislación de la Republica que la Generalitat estaba a punto de implantar, y el nombre de un periodista vasco al inicio del artículo que no se sabe que pinta y hace allí, aparte dar la sensación de conocimiento general de los hechos que se describen. El artículo, sin mencionarlo, da la sensación que Puigdemont huyó a Bruselas con unos pocos amigos de confianza y los demás cayeron en la trampa de quedarse en Barcelona por orden expresa o tácita de Puigdemont.

La realidad es que Puigdemont se fue a Bruselas el 30 con cuatro consejeros, Merítxell Borras, Antonio Comín, Joaquim Forn y Dolors Bassa. Con posterioridad Meritxell Serret, Lluis Puig y Clara Ponsati también salieron de España para no volver, incluso Junqueras y Romeva hicieron una visita fugaz a Bruselas, y más tarde cuando ya era evidente que la Ley y la Constitución importaban poco a la hora de encarcelar políticos catalanes también se exilaron Anna Gabriel y Marta Rovira, que había ocupado el puesto de Junqueras en ERC cuando fue encarcelado. De los que pasaron por Bruselas, regresaron a España y acabaron en la cárcel Dolors Bassa y Joaquim Forn, mientras Meritxell Borras pasó poco más de un mes en la cárcel y fue liberada con una muy sustancial fianza.

Este es el resultado final, y la verdad, no encaja en nada con la descripción del inicio que publica la libélula de El Periódico.

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