Convertirse en padre puede ser una transición de vida abrumadora que, para muchos hombres, puede ser una experiencia estresante y aislante. Sin embargo, los padres a menudo carecen de acceso a apoyo e información que los ayude a afrontar esta transición. Esto es importante, ya que la falta de apoyo puede aumentar el riesgo de que un padre desarrolle problemas de salud mental.
Para entender mejor las dificultades que los hombres experimentan durante la transición a la paternidad una revisión global de la evidencia disponible sobre la salud mental y el bienestar de los padres de 37 estudios diferentes que utilizaron una serie de enfoques diferentes, incluidas entrevistas en profundidad, conversaciones telefónicas y encuestas en línea.
Si bien algunos padres tuvieron una experiencia positiva durante la transición a la paternidad sin ningún impacto en su salud mental, otros encontraron este período más desafiante. Con base en estos hallazgos, se identificaron cuatro dificultades clave que experimentaron los hombres al convertirse en padres. Al comprender las dificultades más comunes que experimentan los nuevos padres, esto puede facilitarles brindarles la ayuda y el apoyo adecuados en el futuro.
1. Cambio en la relación con su pareja Muchos padres tuvieron que afrontar el cambio y, en ocasiones, la pérdida de la relación romántica con su pareja. Las abrumadoras exigencias que conlleva convertirse en padre, como el agotamiento y las nuevas responsabilidades parentales, dejaban poco tiempo para el ocio y la intimidad. La transición creó una división entre algunas parejas que provocó un bajo bienestar emocional en los padres. Algunos padres también expresaron que les costaba sentirse excluidos de la relación que tenían la madre y el bebé. Un participante incluso describió que se sentía como si "mi hijo fuera el hijo de mi pareja". Otro informó que se sentía "secundario" durante la transición a la paternidad. Este sentimiento de exclusión comenzó al principio del embarazo, cuando se sentían como espectadores, y continuó después del nacimiento. Los padres a veces informaban que su pareja les impedía participar debido a las altas expectativas y la actitud protectora de su pareja. Esto socavó su confianza y su capacidad para ser padres.
2. Confusión sobre el rol de la paternidad. Muchos padres se sentían confundidos sobre lo que se esperaba de ellos. Numerosos participantes dijeron que no estaban seguros de si debían adoptar un rol más tradicional de "sostén de la familia" o un rol más moderno de cuidado y protección después de convertirse en padres. La mayoría de los padres pensaban que ambos roles eran importantes, pero consideraban que tratar de equilibrar el apoyo económico a su familia y pasar tiempo con su hijo y su pareja era abrumador y un "estrés constante". El origen cultural jugó un papel aquí: algunos padres de diversos orígenes étnicos sentían que apoyar económicamente a la familia era de suma importancia y cuidar al niño era responsabilidad de la madre. Los padres tuvieron que afrontar a veces problemas y enfrentamientos con sus padres y suegros sobre cómo educar a sus hijos debido a la brecha generacional. Muchos padres y suegros les indicaron a los padres un papel parental más tradicional, lo que a veces provocó desacuerdos. Los padres de culturas no occidentalizadas buscaban con más gusto el consejo de sus padres y suegros debido a la importancia de la "coordinación con la familia".
3. Sentirse olvidado y subvalorado por los profesionales de la salud. Algunos padres se sintieron excluidos y aislados por los médicos y enfermeras durante las consultas y citas prenatales y posnatales. Algunos padres también experimentaron humor y actitudes degradantes por parte del personal de atención médica. Un padre dijo que los profesionales de la salud con los que había estado en contacto tenían "la mentalidad de tratarte como si fueras un tonto" y se reían de él, diciendo "mira, papá está luchando". Estas experiencias hicieron que los padres se sintieran "no deseados y alienados", siendo considerados un "pasajero" en la transición a la paternidad. Los padres también sentían que no había suficiente información personalizada ni apoyo prenatal que abordara sus necesidades. Muchos mencionaron problemas específicos relacionados con la lactancia materna y querían recibir consejos prácticos sobre cómo podían apoyar a su pareja "cuando las cosas empezaban a ir mal".
4. Luchando solo. En la mayoría de los estudios, los padres se vieron sometidos a pruebas físicas y emocionales que los llevaron al límite. Sin embargo, muchos padres expresaron que no querían admitir ninguna lucha emocional durante la transición, ya que creían que "como padre, no debes mostrar debilidad". Los ideales y estereotipos masculinos desempeñaron un papel clave a la hora de influir en los padres para que no buscaran ayuda, lo que les hizo sentir que la necesidad de apoyo era un tabú. Los padres sentían que no había suficiente apoyo emocional y de salud mental disponible para ellos. Los padres sentían que necesitaban más oportunidades para hablar de estas dificultades en grupos de apoyo entre pares, si era posible, así como con familiares, amigos y en el ámbito laboral. Esta era una forma de que los padres validaran sus experiencias como padres, averiguaran si lo que estaban experimentando era normal y encontraran consuelo en una transición estresante.
La investigación demostró la importancia de tener en cuenta el bienestar de los padres junto con el de las madres durante la transición a la paternidad. Brindar apoyo emocional y mental tanto a las madres como a los padres ayudará a que la transición a la paternidad sea más positiva y eficaz para los padres y para toda la familia. Es necesario prestar más atención a las experiencias de apoyo de los padres y a los programas para orientar el apoyo futuro.