El pasado mes de noviembre recibí de los amigos de Qué Leer el encargo de criticar Las luminarias de Eleanor Catton, flamante Booker de 2013. Las circunstancias hicieron después que la crítica se volviera perfil y, como soy de natural maniático, sumé al encargo inicial la lectura de El ensayo general, opera prima de la autora. Lo que sigue a continuación es una colección de argumentos, mejor o peor hilvanados, ustedes dirán, que dejan claro, o eso creo, que los madrugones y desvelos del mes de diciembre merecieron la pena; y pretenden convencerles, por supuesto, de que lean ya, de una vez, sin demora, Las luminarias de Catton. Corran.
Este perfil se ha publicado en el número 205 de Qué leer