Revista Sociedad

Las malas compañías en la adolescencia

Publicado el 27 septiembre 2016 por Joragtor

La mala conducta y las malas compañías en la adolescencia es un problema recurrente en nuestra consulta. “Mi hijo tiene malas compñías y se comporta mal, no me hace caso, es como hablarle a la pared, por un oído le entra y por otro le sale. Ya no sabemos qué hacer con él”. Estas son las frases típicas que escuchamos decir a los padres cuando acuden a nosotros en busca de ayuda, preocupados por el mal comportamiento y las malas compañías de su hij@, y el temor a que sea algo grave e irresoluble.

adolescentes con malas compañías

La preocupación es natural. De los 12 a los 18 años aproximadamente, la persona entra en una etapa evolutiva difícil, la adolescencia. El menor comienza a tener comportamientos extraños que antes no tenía: se distancia de la familia, contesta mal, no atiende a las normas que se le establecen, tiene nuevas amistades de las que no quiere hablar… Incluso es posible que no vaya a dormir a casa alguna noche o desaparezca durante un par de días del domicilio. En definitiva, se da una mala conducta en los adolescentes. Ya tratamos un poco el tema en un artículo titulado “Qué le pasa a mi hijo. 7 importantes indicadores”

No entraremos en complicadas cuestiones psicológicas, pues supongo que usted, permítame que sea directo, no tiene tiempo para comenzar a estudiar psicología y de nada sirven ya los consejos sobre cómo mejorar el desarrollo de su hijo. El hecho es que algo está pasando y algo hay que hacer, y cuanto antes.

la mala conducta en los adolescentes, chico bebiendo

¿Cómo evitar las malas compañías en la adolescencia de mi hijo?

La resolución de este complejo problema consta de dos patas. Primeramente, hay que saber bien qué ocurre, tener información exacta y veraz sobre cuál es la causa de esos cambios, y determinar las dimensiones y peligrosidad del posible problema. En segundo lugar, con esa información, adoptar determinadas medidas para influir en el adolescente.
La primera parte es cosa nuestra y se basa en verificar los peligros “reales” que hay alrededor del adolescente. Normalmente, estos peligros están relacionados con las malas compañías que frecuentan, pues éstas suelen tener un poder de influencia muy fuerte sobre el adolescente. Sus semejantes: compañeros de colegio, de extra-escolares, amigos del barrio, etc., y las experiencias que viven con ellos, van marcando a fuego su desarrollo, su personalidad y su comportamiento.

En el desarrollo de nuestro trabajo, hemos visto malas compañías que incitan al alcoholismo, a tomar drogas de toda clase, a realizar actividades que ponen en peligro su seguridad física (carreras de motos o coches, balconing, planking, cinnamon challenge, slimming, pruebas de valentía, etc.) Pero si cree que esto es grave, aún hay cosas peores, como que influyan para cambiar su código de valores por otros más peligrosos que podemos encontrar en determinadas ideologías extremistas o religiones sectarias, por ejemplo. Como nos dicen algunos padres: “le tienen comida la cabeza”.

Y usted, ¿qué puede hacer para mejorar la conducta de su hijo?

La segunda parte es cosa de usted, pero no se asuste, no solamente de usted, no le dejaremos solo ante el peligro. Se trata, básicamente, de que un profesional experto en mala conducta en los adolescentes le asesore en su relación con su hijo y cómo influir positivamente en él. Es un complejo pero imprescindible camino para redirigirlo de forma sutil, aprovechando esos fuertes lazos afectivos que se han creado en las primeras etapas evolutivas, en concreto de los 0 años a los 6 años. Estos lazos afectivos han sido la clave para un correcto desarrollo personal y social del menor, además de ser la unión, durante toda la vida, entre usted y su hij@.

No negaré que recuperar a un hijo es un trabajo complicado y laborioso; sin embargo, la ayuda a estos padres ha supuesto un auténtico reto totalmente satisfactorio. Nunca me olvidaré de José, al que localizamos viviendo en una estación de autobuses como un indigente; de Ana y de sus malas compañías; de David que vendía todas sus pertenencias para apostar; de…

Ante cualquier duda: CONSÚLTENOS 659 333 190


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