No hay manera de que el presidente Vladimir Putin abandone el control ruso de la península de Crimea y sus bases militares que tiene allí - o más concretamente la gran base naval del Mar Negro en Sebastopol. Esta fortaleza militar es la clave de la política de Rusia en Oriente Medio. Si esta está en peligro, también lo están la posición militar de Rusia en Siria y sus entendimientos estratégicos con Irán.
Este peligro levantó la cabeza este miércoles, 26 de febrero, cuando los manifestantes pro-rusos y pro-europeos se enfrentaron violentamente en la ciudad de Crimea de Simferopol, el centro financiero y de carreteras de la península.
La mayoría de los manifestantes contra Moscú eran miembros de la comunidad minoritaria tártara, que se habían reunido alrededor de la región para exigir que Crimea aceptara el nuevo gobierno de Kiev.
La mayoría de la población es de habla rusa y lucharon contra los manifestantes tártaros. Sin embargo, los reclamos históricos rivales sobre esta península estratégica estaban en pleno vuelo, lo que desató las luces rojas en Moscú ante el peligro.
Los tártaros de Crimea gobernaron en el siglo 18. Si logran expulsar a la influencia rusa de Simferopol y luego del resto de la región, sería la señal para que decenas de los pequeños pueblos que conforman la Federación de Rusia entraran en modo separatista y levantaran las banderas del motín. Por tanto, el Kremlin está obligado a cortar el brote Tártaro de raíz para salvar a Rusia.
Y por eso, Putin ordenó al ministro de Defensa, Sergei Shoigu organizar unas maniobras urgentes de cuatro días para poner a prueba la preparación para el combate de las fuerzas militares rusas en el centro y el oeste de Rusia, a partir de un estado de máxima alerta para los militares y el despliegue de algunas unidades hacia posiciones de tiro.
El ejercicio involucrará a las flotas rusas del Báltico y del Norte y a su fuerza aérea.
En una declaración televisada tras una reunión de altos funcionarios militares en Moscú, el ministro de Defensa, general Shoigu dijo que las fuerzas "deben estar preparadas para bombardear campos de pruebas desconocidos" y estar "preparados para actuar en situaciones de crisis que amenacen la seguridad militar de la nación".
Un político ruso de alto nivel dijo el martes a los activistas a favor de Rusia en la península de Crimea en Ucrania que Moscú los protegerá si sus vidas están en peligro.
El movimiento militar del presidente ruso este Miércoles señaló su disposición a enviar a su ejército a Ucrania y a dividir el país, si los intereses nacionales de Moscú y los de la población de habla rusa de Ucrania están en juego. Después de haber transmitido ese mensaje, Putin ahora va a esperar para ver si es recibido por Washington y Bruselas para tomar acción para frenar a las nuevas autoridades en Kiev.
Pero ya no es seguro cuánto control tienen las potencias occidentales sobre los antiguos manifestantes de Kiev, que parecen haber cogido bien el bocado entre los dientes.
Fuente: Debka
Revista Política
Las maniobras militares de Rusia pueden desembocar en una invasión de Crimea y la división de Ucrania
Publicado el 27 febrero 2014 por Ruben Lara @laproximaguerraSus últimos artículos
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