Abrazando a las personas con lepra
La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.”
Madre Teresa de Calcuta
Estamos en el siglo XXI, pero siguen existiendo en muchos lugares del planeta enfermedades bíblicas como la lepra. La India y África concentran a la gran mayoría de ellas. Sigue existiendo la enfermedad y siguen existiendo las personas que la padecen, pero lo peor es que sigue existiendo el estigma social y las personas con lepra siguen siendo abandonadas por su familia, marginadas, destinadas al olvido y a sobrevivir en la soledad, viendo como familias y amigas le dan la espalda.
Dando la mano a las personas con la enfermedad de lepra he descubierto la fuerza que transmiten. Es curioso, pero estas personas con los dedos amputados por la enfermedad, con una mano sin dedos que no es más que un muñón, te saben transmitir al darte la mano, quizás mucho más que otra persona que pueda tener los cinco dedos para acariciar toda tu palma.
Te puede faltar una pierna, o todos los dedos de las manos; pero si por dentro lo tienes todo, si tienes Amor… al dar la mano eso es lo que darás, eso es lo que transmitirás.
Decía la Madre Teresa que la peor enfermedad hoy día no es la lepra sino el sentirse no querido, sentirse abandonado por todos, la falta de amor, la indiferencia…
Demos sin miedo la mano. Pero no solo eso, vayamos más allá, abracemos sin miedo a estas personas, lo necesitan, demasiadas veces les han negado el abrazo.