Procedían de una estirpe ancestral de mujeres guerreras, que se remontaban a tiempos tan lejanos como la historia de la Tierra.Contaban que el fuego corría por sus venas y un extraño resplandor podía verse en sus ojos cuando enfurecían.Su corazón era el de las leonas, cazadoras incansables, grandes guardianas de sus crías. Se adaptaron a todos los medios: incluso formaron una gran colonia de sirenas, en la época de los grandes deshielos, cuando el mar cubrió prácticamente toda la Tierra, de ahí el poderoso lazo que, cual cordón umbilical las unía a los mares y océanos.Eligieron parejas conforme a su espíritu; seres de fuerte temperamento, que se enfrentaban a la vida y sus circunstancias sin miedo, frente a frente, dando la cara. Posiblemente, descendientes de la misma estirpe, con esa misma sangre.Vivían siempre persiguiendo sueños, cual cometas echadas a volar a las corrientes de aire, y tras estos sueños, cruzaron mares llevando a sus bebés y poblando tierras inhóspitas, donde hasta el agua era un bien escaso. Rechazaron a sus parejas cuando las maltrataron, en épocas donde este hecho era sinónimo de llevar un estigma de por vida, y sacaron a sus hijos adelante, ellas solas. Por ellos, daban la vida, se la jugaban si hacía falta, con puñales, con sus puños o con sus dientes.Son personas como tú y como yo, mimetizadas con el resto de la gente, pero a veces, si te las encuentras y miras fijamente sus ojos, verás el fuego, verás la tierra y el cielo, verás el mar...Cuentan que se las conoce como..."las Maravillas".MFFP.
A mis hermanas...