Mira que Cadiz merece la pena, mira que esta ciudad te cautiva, te hechiza y te envenena. Esta ciudad como alguna otra, se sustenta en su historia, tres veces milenaria, mucho tiempo ¿no?. Algunos dicen que vieja, que sucia, yo no lo creo. Vieja no, yo diría con historia. Sucia tampoco, yo diría con calles y edificios de verdad, por los que se anda y se transita, en los que se vive y se convive. Lo que pasa es que hay que saber mirarla y admirar. Un ejemplo es esta Bella Escondida, y se llama así por dos razones evidentes, la primera porque, bueno que voy a decir, solo falta observar la foto, a mi me produjo casi un sincope de placer, casi orgasmico el sincope, como el mal de Stendall, pero en gaditano. La segunda razón es que para verla no lo puedes hacerlo a ras del suelo, no te esfuerces, no lo conseguirás, esta escondida, pero allí arriba, tienes que elevarte para poder verla, es que en el fondo es vergonzosa.
Casi lo mismo les/nos pasa a los gaditanos, así digamos que en cosas cotidianas, se conoce a las gentes de Cadiz por su acento, por su gracia, (por cierto estoy hasta la coronilla, creo que estamos, de que nos pidan chistes allá donde vayamos)pero en Cadiz, a la gente normal, a los parados y anlos estudiantes,a las mujeres y a los poetas,a los carnavaleros y a los capillitas para vernos de verdad hay que elevarse un poco, como a la Bella Escondida, es en situaciones de cierta altura donde aquí, se da el do de pecho, sino que se lo pregunten a La Pepa.
Y en eso estamos, a ver si algunos dejan aparte su mediocridad e intereses mezquinos, y damos el do de pecho otra vez, mira como la Bella Escondida.