de Arnaldur Indridason.
Título: Las marismasAutor: Arnaldur IndridasonEditorial: RBA, 2009Páginas: 270.
Resumen oficial.
Holberg, un camionero de sesenta y nueve años, aparece asesinado en el sótano de su casa en el barrio de Las Marismas, en Reikiavik, junto a una nota incompleta de lo que aparenta una confesión -"Yo soy el..."-, que sólo cobrará sentido para Erlendur y su inseparable Sigurdur Óli cuando encuentran la foto de la tumba de una niña. Sin embargo, esa niña, fallecida hace más de cuarenta años, no fue asesinada.
¿Qué significa entonces el mensaje del misterioso Holberg, a quien nadie parece conocer?
El drama que esconde la biografía del viejo y la exhumación del cadáver de la niña provocará el regreso de viejos fantasmas, también a la vida de Erlendur. Y, en el peor momento, una joven novia desaparece de su propio banquete de bodas.
Impresión personal.
A finales del año 2014 me acerqué a a novela negra islandesa que representa Arnaldur Indridason. Y lo hice sin orden ni concierto con la novela Invierno ártico, una novela que me encantó, no sólo por el estilo propio del autor, sino por los personajes y la tremenda ambientación que define su obra. Aunque la obra se puede leer sin problemas sin seguir el orden establecido de la serie de Erlendur, lo cierto es que a partir de esta primera aproximación, decidí adentrarme en ella por orden para ver mejor la evolución de los personajes.
Las marismas es, por tanto, el primer libro de la serie dedicada a este policía y sus compañeros de batalla, Sigudur Óli y Elinborg. Me ha resultado curioso que en esta primera entrega los personajes se perfilan mucho menos que en Invierno ártico, donde perfectamente pude averiguar muchas más cosas del carácter de Erlendur por la cosas que le habían ocurrido en el pasado y que se recreaban en el libro. Sin embargo, en esta primera entrega, vemos que el protagonista es en efecto una persona triste y reflexiva, con muy buen corazón y con dos hijos con graves problemas, uno de alcoholismo y otra drogadicta. Un policía que vive solo desde hace años y cuyos hijos sólo suelen aparecer cuando necesitan sacarle algo de dinero. La verdad es que me gusta Erlendur, es un policía muy inteligente y muy intuitivo y creo que viviendo donde vive y con esa climatología tan particular, resulta difícil estar "tocando las castañuelas" en algún momento del día. Pareciera como si el carácter de Erlendur coincidiera con el ambiente que le rodea, el de una isla con pocos habitantes, donde el paisaje desértico y frío se cuela en la personalidad de sus habitantes. De hecho, cuando una se mete en la novela de lleno, alguna broma gastada por alguno de los compañeros de Erlendur es como si no encajara realmente y el propio protagonista, de hecho, las encaja bastante mal. Tiene bastante poco sentido del humor aunque no es antipático, sólo serio y meditabundo.
La trama de la novela me ha resultado muy original y está perfectamente hilada con puntadas tan finas y tan inteligentes que prácticamente hasta el final eres incapaz de relacionar los hechos y vislumbrar un final coherente. Relacionar delitos como la violación, el asesinato de un anciano, la muerte de una niña con investigaciones genéticas resulta, desde fuera, algo complejo. Sin embargo, el autor con su buen hacer, su ritmo pausado y constante y un estilo muy gráfico consigue hacerte avanzar a la vez que lo van haciendo con su intuición los mismos policías. Y digo intuición, porque de entrada, nada de lo que aparece ante ellos tiene ni pies ni cabeza, ni explicación coherente que pueda guiarles hacia un camino u otro.
El ambiente de la novela debe corresponderse bastante fielmente a lo que es Islandia o, por lo menos, a la idea que los occidentales tenemos de ese país en pleno invierno. Es una de las cuestiones que más me llama la atención de la novela negra nórdica. Esa capacidad de recrear ese frío y esa oscuridad nebulosa que debe tener el paisaje frente a la claridad arrolladora de nuestro sol. Pareciera que los crímenes que se comenten son más macabros precisamente por realizarse en esos entornos tan solitarios, tan de puertas hacia dentro, donde las relaciones deben ser muy hacia dentro de las propias familias.
En resumen, me ha vuelto a encandilar Indridason con esta primera entrega de su policía estrella y desde luego mi intención es continuar con toda la serie. El misterio de este país, sus gentes, su paisaje y cómo no, sus crímenes, me llaman poderosamente la atención.