Revista Ciencia

Las mascotas

Por Poqui

Si soy sincera, debo confesar que los animales no me gustan. Puedo estar con ellos un ratito, y ya está. Pero lo de cuidarlos, sacarles a pasear...uffff!!! Pensando objetivamente,  no puedo pasar por alto los beneficios de su convivencia con los niños. Con las mascotas les damos la posibilidad de tener experiencias distintas, enriquecedoras, que de otra manera no las tendrían. Son muchas las razones por las que deberíamos tener una mascota en casa cuando hay niños y os las planteo a continuación:

  • Se hacen más responsables. Pues tener un animal conlleva unos cuidados, que si no se dan tienen unas consecuencias evidentes. Si no se limpia, huele mal. Si no se le da de comer, se muere. Si no se le saca a pasear, se hace pis en casa...esto hace que el niño tenga que establecer una rutina en el cuidado de su mascota. Cuando son muy pequeños tienen de modelo a sus padres y cuando son más mayores lo pueden hacer ellos solos. Pero, eso sí, si pueden  hacerlo que se responsabilicen de él.  Es necesario y preferible.
  • Les ayuda a estructurar el tiempo. Como bien sabemos, las rutinas son muy necesarias en la vida de los niños. El cuidado de una mascota nos puede ayudar a la hora de establecerlas. De esta manera el niño puede aprender a anticipar qué es lo que "toca hacer" (desayunamos, sacamos al perro y nos vamos al colegio). Así se establece una secuencia de acciones continua que le darán seguridad.
  • Es otra forma de socializarse. Antes de que el niño se abra a otros círculos sociales, el primero de todos es su familia. Y, en él, entran las mascotas. A una acción del niño, el animal da una respuesta, tiene su propia personalidad, y el niño debe ajustar sus acciones al mismo. ( si un niño tira de la cola a un gato, el gato puede tener varios tipos de respuesta, pero hará que finalmente ajuste su comportamiento a él y se relacione de una determinada manera). Además se establecerá un vínculo afectivo similar a la de otro familiar.
  • Fomenta el respeto por otros animales. Cuando se tiene un animal, por regla general, se es más sensible a los demás. No se les ve como un objeto, sino que se puede ver a ese animal que siente y que hay que cuidar y respetar.
  • Desarrolla la comunicación no verbal. En el establecimiento del vínculo y en el día a día el niño aprenderá a comunicarse con el animal sin palabras, aunque a veces verbalice sus acciones. Su forma de relacionarse con él  tendrá unas reglas no escritas y, un gesto del animal, un gruñido...tendrá un significado con un mensaje que tendrá que descifrar en un principio y que luego sabrá de manera natural. 
  • Estimula la motricidad. Por decirlo de alguna manera, la mascota será como un juguete interactivo. Es muy probable que el niño se esfuerce por tocarla , jugar con ella... Gateará, andará, correrá detrás de ella... Es una fuente de estimulación temprana.
  • Les hace más empáticos. Les saca del egocentrismo de la etapa de Educación Infantil. Se tienen que  poner en su lugar para responder a sus necesidades. 

Creo que queda claro lo positivo de tener una mascota en casa... No sé si yo me animaré en un futuro. Lo que es cierto es que le ofrecemos al niño un amplio abanico de experiencias que sin ellos no tendrán.
Eso sí, si lo tenemos, con todas las consecuencias, hay que pensar los pros y los contras. Si podemos tenerlo realmente, qué vamos a hacer con ellos en vacaciones, como se hacen de grandes cuando crecen...un animal es una responsabilidad, no un juguete o un mueble que cuando nos aburrimos de él lo desechamos.
Espero que os haya gustado el post. 

Las mascotas y sus beneficios para los niños


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