Revista Ciencia

Las mejores 5 locuras en caída libre*

Publicado el 16 octubre 2012 por Ezeqdb
Las mejores 5 locuras en caída libre*
El salto estratosférico del millonario Felix Baumgartner renovó mi interés por este tipo de locuras. Porque sí, el salto desde el globo no fue tanto una hazaña científica sino más bien una aventura personal para batir algunos récords y vender más RedBull. Lo cual no tiene nada de malo, ya que nos regaló a todos un domingo más divertido y fue costeado con dinero privado y no del Estado.
En el artículo El salto de Baumgartner ¿Ciencia o circo?, el periodista científico Antonio Martínez Ron junto al astrofísico Daniel Marín analizan la utilidad científica del experimento, y concluyen que es casi nula. Por lo menos con la información que se ha publicado oficialmente hasta el día de hoy.
5) Compilado de saltos de Felix
La hazaña de nuestro amigo Félix no es la primera locura que hace. En este video hay un compilado de cinco de sus mejores saltos, en los que ganó una carrera a una avioneta con sus alas de fibra de carbono, saltó dentro de una cueva de cien metros de profundidad, de las Torres Petronas y del Taipei 101 y cruzó el Canal de la Mancha con las mismas alas con las que ganó la carrera a la avioneta. Dejamos de lado el salto desde el globo porque ya lo vimos todos, y sólo le dejamos el quinto lugar para que no ocupe los demás.
(Este video dura 12 minutos porque es un fragmento de un documental, los demás duran menos de dos y van al grano)

Felix Baumgartner top's freefalls
4) Paracaídas en llamas
Nuestro siguiente chiflado es Troy Hartman, un Ingeniero Aeronáutico norteamericano y paracaidista que se dedica a hacer pruebas peligrosas para diferentes programas de televisión. En la locura que ocupa el puesto número 4, nuestro personaje se arrojó de una avioneta con el paracaídas abierto, sólo para quemarlo con una pistola de bengalas, despegarse de los restos y abrir uno nuevo para no estamparse contra el suelo.

Parachute on fire - skydiving stunts - Troy Hartman
3) Abordaje de avioneta en caída libre
La siguiente locura del ránking también pertenece a Hartman. Su idea era saltar de un avión, y meterse en otro en pleno vuelo. Para eso, el segundo avión soltó un "ancla", que sería un pequeño paracaídas a modo de freno para poder ponerse en picada sin ir tan rápido. Además, apagó el motor para que la hélice no lo triture. Y bueno, lo logró, saltó del primer avión y se logró subir al segundo, y lo hizo justo a tiempo ya que faltaban sólo 6 segundos para estrellarse contra el suelo. Pude encontrar por lo menos otro video de otras personas haciendo lo mismo.

Plane to plane skydive - Troy Hartman  
2) Salto sin paracaídas
El motociclista norteamericano Travis Pastrana saltó en 2007 de un avión sin paracaídas ni arnés de seguridad. Previo a tomarse un RedBull (para variar) en lo que fue un salto altamente sincronizado. Segundos después de hacer algunas tonterías en caída libre un compañero lo estabiliza y otro lo engancha a su arnés, para caer juntos.

Travis Pastrana skydives without a parachute
1) Salto (y aterrizaje) sin paracaídas
De las cosas más extrañas y temerarias que se pueden hacer, creo que esta es la describe a la perfección las dos palabras. Gary Connery, el paracaidista que se disfrazaría de La Reina en la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres, se arrojó desde un helicóptero a casi 800 metros de altura. Lo hizo sin paracaídas, y sólo con un traje llamado wingsuit, para aterrizar en una montaña de 18.000 cajas de cartón vacías.
Los cuatro anteriores al menos deben haber sido divertidos, pero en este caso creo que el peligro de muerte, el peligro de errarle a las cajas y convertirse en una bolsa de huesos rotos es mayor que la adrenalina generada por el hecho.

Wingsuit daredevil stuntman Gary Connery jumps from 2,500ft without parachute
Los Wingsuit, cuya traducción literal sería "traje de alas", es una de las experiencias más cercanas que podemos tener a volar. Están hechos de tela, y constan de unas membranas que unen las dos piernas, y otras dos que unen los brazos con el torso. La velocidad de desplazamiento es de unos 150 Km/h y tienen un coeficiente de planeo aproximado de 2,5. Eso significa que por cada metro descendido se desplazan 2,5 metros hacia adelante. Para tener una comparación, los ala delta tienen valores más cercanos a 15, y los planeadores de entre 45 y 70 dependiendo del modelo.
Lo más interesante de los Wingsuit es que el coeficiente de planeo puede aumentarse bastante haciendo uso del efecto suelo. Esto es un fenómeno aerodinámico que se da cuando un objeto viaja muy cerca del suelo. Las alas comprimen el aire debajo suyo, y como no puede escapar porque justamente está el suelo, el objeto se sustenta sobre ese colchón de aire y avanza más en lugar de caer. El problema es que para que esto suceda, el objeto debe moverse a una distancia del suelo más o menos similar a la del diámetro de las alas. Si las alas son nuestros brazos, tenemos que hacerlo a menos de dos metros. Y eso genera que muchos chiflados vuelen a 150 Km/h sobre la escarpada ladera de una montaña a dos metros del suelo. Cualquier ráfaga de viento inesperada podría mover al deportista hacia una roca o un árbol generando una curiosa explosión craneal.
Al final del recorrido siempre hay que abrir un paracaídas, o buscar algún depósito de cajas vacías.
Más allá de estos detalles, los videos son como mínimo, hipnotizantes:
 
Wing suit Need4Speed: Insight 
Este artículo se aleja un poco de la programación habitual de Proyecto Sandía, pero hacía un tiempo que venía acumulando estos videos y quería compartirlos.
*El título dice caída libre. Lo cual es un término erróneo en estos casos. Para que una caída sea realmente libre, no tendría que haber aire. Si no hubiese aire ni nada que genere resistencia, la persona que esté cayendo aceleraría constantemente y sentiría ingravidez. En un salto convencional, esto se siente sólo durante los primeros segundos, hasta que se alcanza una velocidad lo suficientemente grande como para que el viento nos impida seguir acelerando. Esa velocidad se llama velocidad terminal, y para un cuerpo humano a alturas no muy exageradas, suele ser de alrededor de 200 Km/h. Felix Baumgartner pudo alcanzar 1342 Km/h porque desde la altura que saltó, la cantidad de aire que hay para frenarlo es sólo una fracción que la que hay a nivel del suelo.
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