¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las mejores frutas para cuidar la salud? Aunque la naturaleza pone a nuestra disposición una amplia variedad de frutos cargados de beneficios para el organismo, no todos poseen las mismas propiedades.
Unos ingredientes que, además, son perfectos para presumir de una piel joven y radiante debido a sus elevadas dosis de vitaminas y minerales.
Kiwi
Si quieres evitar que las gripes y los resfriados se instalen en tu organismo, recuerda consumir un kiwi en ayunas todos los días.
Y es que este fruto es muy rico en vitamina C, una sustancia que fortalece el sistema inmune y combate los radicales libres causantes del envejecimiento y de la aparición de multitud de enfermedades.
Además, el kiwi también contiene fibra, por lo que te irá de fábula si sufres estreñimiento.
Arándano
Los arándanos son unos pequeños frutos ricos en flavonoides y ácidos fenólicos que se ocupan de fortalecer el sistema inmunológico y de prevenir la aparición de infecciones bacterianas como, por ejemplo, las afecciones urinarias.
De hecho, son fantásticos para elaborar remedios caseros para la cistitis.
Sandía
En esta lista que recoge algunas de las mejores frutas para cuidar de la salud tampoco podía faltar la sandía, sinónimo de verano e ideal para prevenir las enfermedades del corazón.
Pero esta no es la única ventaja de la sandía, ya que este fruto también tiene el poder de retrasar el envejecimiento debido a sus elevadas dosis de licopeno.
Manzana
“Si consumes una manzana al día no irás nunca al médico”. Este es un dicho popular que seguramente habrás escuchado en más de una ocasión.
Y no es de extrañar, ya que la manzana contiene flavonoides que previenen el envejecimiento prematuro y enfermedades como el cáncer al combatir los radicales libres.
Además, las manzanas también nos ayudan a eliminar las bacterias que se acumulan en la boca, a reducir los niveles de colesterol en la sangre y a mejorar el tránsito intestinal.
Piña
Existen estudios científicos que demuestran que la piña es capaz de combatir las células cancerígenas.
Esto es debido a la bromelina, una sustancia que está muy presente en esta fruta y que también acelera la quema de grasas y acaba con la retención de líquidos.