


Otras fundas muy buenas son las de TRTLbot, en plástico reciclado. Solo tiene dos modelos, uno te permite guardar tus tarjetas funcionando como cartera y funda a la vez y el otro tiene un pequeño soporte que permite usar el iPhone con las dos manos como un ordenador. Cuestan casi 35 dólares.


Una propuesta todo española son las fundas en fieltro del “Atelier de Lulú”. El fieltro es ecológico, biodegradable, no se mata al animal para sacarle la lana (como sí pasa con el cuero), no se usan químicos, ayuda como aislamiento (protege del calor y del frío) y es hasta cierto punto resistente al agua. Es versátil, maleable, durable, resistente a los golpes y al fuego. También en este caso las fundas son personalizables y el hecho que se hagan de forma artesanal hace que no haya dos iguales. Cuestan 60€.


Y terminamos con otro modelo de "Bioserie" hecho en bioplástico, un material orgánico que no contiene componentes tóxicos y libera menos emisiones de carbono durante la producción. Viene en distintos colores como negro, blanco, anaranjado, dos tonos de verde y rojo. Con un peso de 12 gramos, tiene un precio de 25 euros.

