El área de Estados Unidos y Canadá prácticamente dobla la de toda Europa. Sin embargo, aunque hacer lo mismo con los europeos sería absurdo, se tiende a homogeneizar a todos los nativos americanos de norteamérica. Al indio se le equipa con una serie de características predefinidas que le restan su identidad, en términos generales, y su complejidad, en el ámbito individual.
En el momento del contacto con los europeos, Norteamérica tenía más de dos millones de habitantes distribuidos en mil tribus distintas. Aunque en el cine todas vivan en las llanuras, habitaban bosques, desiertos, montañas, costas e incluso zonas árticas, ya que no olvidemos que los esquimales, que por sí mismos engloban a varias tribus, pertenecían a estos nativos americanos. Cada una tenía sus costumbres, creencias, estructura social, roles de género, idiomas, estilo de vestir y peinarse. En los siguientes puntos detallo en qué no se parecían.
Los caballos surgieron en América y tuvieron contacto con los primeros humanos que llegaron al continente, pero se extinguieron hace unos 12 000-7 600 años, a finales de la glaciación Würm en el Pleistoceno. Sin embargo, volverían en 1943 cuando Cristobal Colón los llevó a la isla de La Española, llegando al continente desde Cuba de la mano de Hernán Cortés en 1519. A mediados del siglo XVI, la cría de caballos era una parte importante de la economía de Nueva España. Cuando se descubrió plata en Zacatecas en 1542, surgió el interés de dirigirse al norte. Para 1551, los chichimecas ya estaban robando caballos para atacar los asentamientos de los colonos, mientras otros nativos los obtuvieron como obsequios o a través del comercio. La conquista de Nuevo México en 1598 por Juan de Oñate señalaría la reintrodución del caballo al norte de río Grande. En 1680 hubo revueltas con las tribus pueblo, con lo que los caballos se introdujeron entre los pueblos nativos de norteamérica.
Los principales responsables de su dispersión fueron los apaches, los comanches y los shoshones. Los apaches fueron los primeros en obtenerlos, usándolos inicialmente para realizar sus tareas habituales con mayor eficiencia, aunque tras las presione comanches para desplazarses por sus tierras, adquirieron una vida nómada y los emplearon para la caza. Los comanches comerciaban con ellos, además de las pieles y carne de búfalos, para obtener armas de fuego, metales, productos agrícolas y otros bienes. Los shoshones usaron los caballos en ataques a otras tribus que no tenían, aunque se vieron desplazados cuando perdieron esta ventaja.
No obstante, el uso de los caballos estaba limitado por cuestiones territoriales y climatológicas. Aquellos al norte, como los assiniboines y los cree de las llanuras, tenían un uso limitado, pues utilizaban aquellos que sobrevivían en libertad al invierno. En esos casos usaban perros para el transporte. Los lakota comenzaron a usar activamente los caballos a finales del siglo XVIII, expandiéndose a costa de pueblos sedentarios agrícolas que no los empleaban con tanta asiduidad. También hay que señala que con el caballo se desarrollaron varias estrategias para obtener recursos. Mientras unos se enriquecían con su cría y venta, manteniendo tan solo unos pocos para su uso propio, otros, como los pawnee, omaha, osage y wichita, intensificaron la caza. En el caso de los cheyennes, abandonaron completamente la agricultura y el sedentarismo.
Los tipis eran las viviendas cónicas cubiertas con pieles de búfalos. Estas eran usadas por los pueblos de las llanuras, pero la mayoría ni vivía en estas ni tenía contacto con los búfalos. Su estilo de vivienda dependía de las condiciones de su hábitat. Los pawnees, arikaras y mandan vivían en cabañas de tierra; las casas de los wichitas eran de hierba; los choctaws, cherokees, lumbees, muscogees (creeks), chickasaws y natchez vivían en estructuras con techos y paredes de paja. Tras el contacto con los europeos, los cherokees ricos construyeron casas de estilo europeo y plantaciones; las tribus de los Grandes Lagos como los menominees, sauks, foxes, illinois, miamis, shawnees, winnebagos y las tribus que conformaban las confederaciones hurón, abenaki y los iroquesess vivían en casas largas, wigwam y casas de tierra.
Las viviendas de las distintas tribus pueblo eran casas fijas. Los navajos, aún influenciados por los pueblo, vivían en hogan, que podía estar fabricadas con troncos o piedra, tener o no columnas que mantengan la estructura, tener forma cuadrada, cónica o redonda e incluso permanecer semienterrada. Las distintas tribus apaches eran en su mayoría parcialmente cazadores, por lo que vivían en sencillas casas de paja, lean-tos y wikiups. Las tribus del suroeste, como los pimas y tohono o'odhams vivían en kis, hechos de barro, en invierno, y en ramadas en verano. Los nómadas utes, paiutes, shoshonis, monos, washos y hanjocks de la Gran Cuenca solían vivir en wigwams. En el propio estado de California, el hogar variaba según el ecosistema. Por ejemplo, no era lo mismo un hogar en la costa que uno en un pantano. Ni siquiera en las Grandes Llanuras se vivía exclusivamente en tipis, sino también en casas excavadas o de estera. Además en el noreste, entre los inuits, los iglús eran viviendas temporales, pues solían morar en casas cubiertas de tierra con estructuras de madera que dependían de la disponibilidad de esta.
En definitiva, el tipo de vivienda usada dependía de los recursos disponibles, el estilo de vida sedentario o nómada, las condiciones del entorno, la época del año y las influencias culturales.
En el cine, los indios saludan mostrando la palma, perpendicular al suelo, y pronunciando la palabra "jau". No importa si son siux, apaches, comanches, navajos, arapahoes o cheyenes. Si son indistinguibles en otros aspectos y hablan un idioma común carente de conjugaciones verbales, ¿por qué no iban a saludar igual? Este saludo era exclusivo del idioma lakota del grupo homónimo de los siux. En otros idiomas de los siux, como el dakota y el omaha, tienen términos similares. Para limitar más su uso, era utilizado exclusivamente entre hombres, pues el término háŋ seguido de una palabra que refiera a la relación familiar es más general. En un entorno formal, la palabra significa "sí". Cuando se responde negativamente a una pregunta negativa, se usa la variante háo.
Los tótems eran propios de los coos, alseas y chastacostas de la costa noroeste, sirviendo como escudos familiares, albergar las cenizas de los muertos o señalar las casas de malechores. También podían servir como pilares para soportar las vigas de la casa. Dado que a causa del clima rara vez duraban más de 60 años antes de pudrirse, se desconoce cuando se originaron, aunque se sabe que ya los tallaban en la época del primer contacto con los europeos. En el siglo XIX, con la obtención de riqueza y nuevas herramientas, aumentaron su número y tamaño, extendiéndose su creación a grupos vecinos y compitiendo por erigir el tótem más alto.
Aunque muchas tribus cantaban e incluso mostraban ululeos, golpearse la boca con los dedos al gritar no es algo que tuvieran por costumbre. No he podido encontrar su origen, pero hay consenso en considerarlo un gesto ofensivo.
Las plumas eran una insignia de que un joven había realizado una gran labor por su tribu, siendo un rito de paso a la edad adulta. Pocos conseguían más de tres en toda su vida, pero aquellos que lo hacían podían llevarlo como un tocado de plumas. Una vez más, esta era una práctica propia de las tribus de las Grandes Llanuras, como los siux y los apaches.
Las representaciones del carácter de los nativos americanos se sitúan en los extremos. El indio estoico proviene de las descripciones de antropólogos, que no consideraban científico escribir sobre las emociones. Aunque estas descripciones hablaban del incesto y las normas matrimoniales, tampoco mencionaban la sexualidad o la clasificaban como primitiva en relación al hombre blanco. A pesar de ello, también se tenía una visión erótica y exótica de ellos, envueltos en un aura sexual animal. Esa visión tenía una manifestación ambigua, pues podía atraer el interés o verse como una amenaza. Los relatos opuestos a estas ideas, como el de Mary Jemison, que se casó sucesivamente con dos hombres indios, tuvieron que ser editados para publicarse.
Hacia la década de 1890, la imagen del indio salvaje y agresivo fue dando paso a la del indio noble. Ambos podían verse con el mismo atractivo sexual debido a sus cuerpos desnudos y definidos, que mostraban libremente con inocencia, su virilidad y su libertad. Este tipo de representación erótica aún puede leerse en las novelas y películas románticas, donde el indígena es decidido, atractivo, viril y fuerte, pero a su vez sensible, cariñoso, tierno y vulnerable. De hecho, es habitual que la mujer blanca se enamore de él tras curarle una herida. El indio noble además se mostraba con un aspecto más similar al hombre blanco, a quien ayudaba. De hecho, se suele recurrir a un ancestro blanco para explicar la razón de su falta de agresividad. Un rasgo común es la añoranza de su pasado y la aceptación honorable del fin de su pueblo tal y como lo conoce.
El indio noble también puede mostrarse como el anciano sabio, poseedor de una sabiduría inobtenible por el hombre blanco que ha ido acumulando durante años. Esos conocimientos místicos lo unen con la naturaleza. Su propósito suele ser transmitirle esos conocimientos al protagonista. El sabio suele ser solitario y vestir más ropa que el resto.
Por otra parte, las mujeres solían representarse como princesas, que se sacrificaban por el hombre blanco, o como rameras, que copulaba con blancos e indios y paría continuamente. Si bien la princesa noble se basaba en la historia de Pocahontas, esta segunda visión se basaba en la descripción "tolerablemente bella y limpia [...] pero muy libidinosa" de Américo Vespucio en Mundus Novus. En la narración de Henry Grace de 1764 se decía que eran frías, sucias, sangrientas, vagas y que ignoraban a sus hijos. Thomas McKenney añadía en 1844 que estaban condenadas a servir al hombre. Sin embargo, la posición de las mujeres en las tribus variaba, pudiendo alcanzar honor y prestigio. En los medios, en un principio, las indias eran un recurso para mostrar a una mujer con menos ropa de lo habitual. Más adelante, en el cine y la televisión, aparecerían como personajes prácticamente irrelevantes e incluso desechables.
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A pesar de ser unos pueblos que aún están entre nosotros, sus representaciones están llenas de clichés. https://t.co/i2EdetzTml
- Resolviendo la incógnita 🌐 (@RLIBlog) March 5, 2021