Revista Opinión

Las mil caras de la indecencia

Publicado el 12 febrero 2010 por Elhombredelpiruli
Las mil caras de la indecenciaY en España las conocemos casi todas. El obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, ha denunciado una: el abusivo sistema de jubilación del que se dotaron los diputados. Algora dice que son indecentes. Y además arremete contra los bancos, de los que dice que utilizan la ingeniería financiera para robarnos a todos.
¡Cuánta razón tiene el prelado! Es indecente, y resulta todavía más repugnante que lo diga un obispo, representante de esa secta que mantiene posturas que atentan contra los derechos humanos y la inteligencia de las personas. Una secta que se asienta sobre una falacia que envenena las mentes, que vive en palacios repletos de tesoros, que posee bancos que nos roban, como él mismo proclama, y que, para colmo, se nutre de los regalos millonarios de un gobierno que se llama socialista y laico con los que, para más inri, hace campañas contra la mano que le da de comer.
Las mil caras de la indecenciaIndecente también es que Comunidades Autónomas regidas por socialistas aboguen por recortes en sanidad y en las prestaciones de la ley de Dependencia, cuando al propio Zapatero se le llena la boca al proclamar que la crisis no acarreará recortes sociales. Que lástima que no vieran a tiempo el camelo de la gripe A para ahorrase el gasto de 270 millones de euros en 37 millones de dosis de la vacuna. Para mantener el Estado del bienestar lo mejor es recortarlo, deben de pensar, inspirados en las viñetas de El Roto.
También hay indecencias judiciales, como el cerco al que se está sometiendo al juez Baltasar Garzón por tratar de investigar los crímenes del franquismo. Disfrazado, eso sí, de irregularidades procedimentales cometidas por el superjuez. Como si se acabaran de dar cuenta de que Garzón es un chapuzas en ese aspecto. Bien podrían haberle puesto coto mucho antes, pero no. Ha sido el franquismo sociológico (sí, todavía existe) y la ultraderecha, trufado con un poco de envidia por aquí y otro poco de cuentas pendientes por los callos pisados durante su carrera de estrella por allá, lo que está a punto de llevar a España al ridículo internacional de sentar en el banquillo al único juez que ha tratado de escarbar en las cunetas.
Las mil caras de la indecenciaLa indecencia es que el Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) quiera meterle el cuerno y no se preocupe de dotar a los juzgados del material básico para funcionar. Cuento una anécdota de ayer mismo: un juzgado de violencia sobre la mujer de Madrid le ha pedido al abogado de una joven maltratada que se lleve un cable USB para poder extraer de un teléfono móvil una conversación grabada que se presenta como prueba. Esto, además de indecencia, es patético y ridículo (la funcionaria, según me cuentan, estaba avergonzada por la petición).
Indecencia es, sin duda, que un empresario como Gerardo Díaz Ferrán, que ha hundido su empresa Air Comet, dejando en tierra a cientos de viajeros, y que es sospechoso de haber levantado 238 millones de Marsans, represente a la CEOE en las negociaciones con Gobierno y sindicatos para sacar a España de la crisis. Este es el ejemplo de empresario español.
Pero cómo quejarnos de estas cosas si este es un país en el que las banderías aplauden a sus políticos corruptos solo porque son de su facción y se lleva a la televisión a chorizos, vagas y vividores para invitarlos a bailar ante una audiencia adocenada y acrítica que contempla los pasos y piruetas con la sonrisa tonta y la baba colgante.
Decididamente, tenemos lo que nos merecemos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog