Revista Cultura y Ocio

Las modas de la Historia

Publicado el 27 noviembre 2015 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

¿Quién no ha oído hablar de las modas? Lo que se lleva en un determinado mes, día, semana, año, década,… Las modas son algo que está muy presente en nuestra sociedad y que tienen una gran influencia. Hay modas de todo tipo, aunque donde más vemos esta palabra es cuando se habla de la ropa y el calzado. Pero, ¿puede tener un conocimiento general como la Historia tener también modas? Pues sí, la Historia tiene y ha tenido muchas modas durante mucho tiempo. Se han escrito libros enteros hablando del tema, por lo que hablaré de ello en términos generales y sobre el sentido de alguna de esas modas de la Historia.

La moda más frecuente en el estudio de la Historia es la moda temática, es decir, que hablar de un tema o personaje concreto sea la moda. Esto ocurre muchas veces con los aniversarios de nacimientos o muertes de personajes históricos, o de eventos históricos importantes. Se suelen publicar más libros sobre el tema de moda respecto a otros momentos. Grandes biografías sobre reyes suelen ser publicadas en esos momentos, y muchos congresos y conferencias de historia sobre esos temas tienen lugar en esas fechas señaladas. Destacan, por ejemplo, las conferencias dadas el año pasado, el 2014, sobre la I Guerra Mundial, por el centenario de su comienzo, o en España, las conferencias y los libros publicados sobre el rey Felipe II de España en el año 1998 por el cuarto centenario de su fallecimiento.

Esas modas en la Historia tienen otra gran motivación para determinados temas: la solución a los problemas que van surgiendo en nuestras sociedades actuales. Para cualquier problema actual, siempre se habla de su pasado histórico, para ayudar a entender el problema en todo su contexto, y, quien sabe poder inspirarse en ese pasado para poder encontrar una solución. Por ejemplo, en las sociedades occidentales, existe el problema demográfico de tener una población muy avejentada, por lo que en el mundo académico de la Historia está de moda estudiar la historia de la vejez.

Por otro lado, el otro gran grupo de modas que existen en el estudio de la Historia, y que desde hace unas décadas está creciendo de manera imparable, es la moda del estudio de personajes y periodos históricos desde muchas perspectivas novedosas y diferentes. Decía un profesor mío que “estamos ante la era de las perspectivas”. Y tiene razón, porque la mayoría de los estudios históricos recientes más novedosos se deben a las nuevas perspectivas que aportan a temas bien conocidos desde hace tiempo.

Estas nuevas perspectivas están basadas en el pensamiento contemporáneo, en las grandes ideologías que predominaron en los últimos años, y en las nuevas preocupaciones e intereses de nuestras sociedades. Por eso, no es de extrañar que, con el auge del feminismo y de las ideas a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, los estudios históricos desde una perspectiva feminista y de género hayan aumentado exponencialmente desde las últimas dos décadas del siglo pasado. O que grandes y muy conocidas ideologías como, por ejemplo, el marxismo, hayan concebido estudios históricos desde sus ideologías.

Un ejemplo que llama la atención para el caso marxista es el del desaparecido prehistoriador Vere Gordon Childe. Este australiano fue uno de los pocos prehistoriadores que hayan existido jamás que ha hecho buenos y grandes estudios sobre Prehistoria desde una perspectiva marxista. Destaca muy especialmente su obra “Los orígenes de la civilización”, donde, entre otras cosas, destaca la afirmación de que el desarrollo de la tecnología en la Prehistoria se debe a la adaptación cultural de los seres humanos a ambientes naturales cambiantes y a conflictos sociales, adaptaciones culturales que él mismo denomina como “revoluciones”.

Desde una perspectiva conservadora, destaca la obra de historiadores como Arnold J. Toynbee. De este historiador, destaca la obra “Estudio de la Historia”, donde este historiador, entre otras cosas, divide al mundo y su historia en civilizaciones, y narra cómo todas las civilizaciones nacen, desde criterios raciales y ambientales, y como respuesta creativa a algún problema; crecen, aumentando su complejidad y diversidad; acaban colapsando, por incapacidad de dar soluciones a un problema, y cómo, finalmente, estas civilizaciones acaban por colapsar y acaban siendo absorbidas total o parcialmente por pueblos menos civilizados.

Pero no sólo las ideologías políticas y religiosas tienen cabida como modas de la historia. Existe por ejemplo, la denominada “Historia de la lectura”, que estudia, entre otras cosas, el desarrollo de los procesos culturales a través de la recepción de las ideas, o la denominada “Historia social de la cultura”, que estudia, entre otras cosas, porque algunos autores son tremendamente desconocidos, pero sus ideas son muy conocidas.

Los estudios culturales serían otro de los grandes ejemplos de nuevas perspectivas, en donde se analizan los diferentes periodos y personajes históricos desde la perspectiva de las manifestaciones culturales: la literatura, las costumbres, la música, el cine,… analizando lo histórico que esconden los diferentes elementos de la cultura.

Habría muchísimos más ejemplos de modas de la historia: la historiografía queer (desde la perspectiva de los colectivos LGTB), la historia de lo cotidiano, la historia de la infancia,… Pero ya se han dedicado libros enteros a todas y cada una de estas modas de la historia, por lo que concluiré diciendo que estas modas de la Historia son el reflejo de la evolución de nuestro pensamiento, de nuestra cultura, de nuestra manera de ser, de lo que nos interesa y nos preocupa, de nuestros valores,… por lo que merece la pena ver distintos episodios históricos contados de diferentes maneras y utilizando diferentes criterios, por lo que podemos ver reflejados lo que somos a través de lo que nos importa. Porque somos seres humanos y nos preocupamos de nuestro porvenir.

Simón de Eiré


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