Las mujeres científicas son invisibles

Marie Curie

Bien sabe Galiana de estas cosas que ocurren con las mujeres científicas.
Las más de las veces son invisibles, pero no por los efectos de la magia, no, no es por ese motivo. El motivo no suele ser otro que las instituciones en general están copadas por hombres.
La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas (AMIT), está presidida por la socióloga Capitoline Díaz, una de las pocas científicas que ocupa el máximo cargo, pero eso no tiene mucho mérito, ya que es una asociación de mujeres científicas.
AMIT, se creó en el año 2001 para promover la igualdad de género en la ciencia y la tecnología.
No tengo más remedio que mencionar a Marie Curie, que estuvo a punto de quedarse en 1903 sin el Nobel de Física, sino fuera porque Pierre Curie dijo que no aceptaría el premio si no se lo daban también a ella.
Esto fue una de las veces que a una gran científica quisieron que fuera invisible. Llegaron otros acontecimientos en donde una vez más han demostrado que las científicas suelen ser invisibles.
Rebuscando información sobre este tema me encuentro que existe una encuesta realizada por la Fundación L'Oreal a 5.000 ciudadanos del reino Unido, Alemania, Francia, España e Italia, en donde los encuestados vienen a indicar (más o menos) que las mujeres  no sirven para ser científicas de alto nivel.
Sigo buceando información y me topo con un estudio realizado en 2012 en la Universidad de Yale (EEUU). Me produce cierto estupor que en pleno siglo XXI comprobar que se sigue pensando que es normal que las científicas deben cobrar menos que los científicos.
Insisto, esto es tanto como decir que las mujeres científicas son invisibles.