Uno de los ejemplos más palpables para acabar con la violencia en el fútbol, lo demostró el club turco Fenerbahçe. Luego de ser excluido de la Liga de Campeones y sancionado por la Federación turca de futbol por haber amañado sus partidos, el club turco dio una sanción inusual a sus aficionados.
Decidieron impedir el ingreso de los aficionados varones y en cambio decidieron que el ingreso sea solamente para las mujeres y los niños. Más de 46 mil mujeres llenaron en aquella fecha el estadio turco como una muestra de que la violencia en el fútbol no debe repetirse.Los dirigentes del club turco señalaron que hacía falta recordar a los aficionados, en su mayoría varones “la belleza y los valores del fútbol”. Mientras que las mujeres y niños disfrutaban del espectáculo deportivo, los varones debían ver el partido por televisión.