Revista Opinión
Jornada global de paros contra la violencia machista y la desigualdad.
El 8 de marzo de cada año las mujeres de todo el mundo salen a la calle y realizan multitud de actos para reivindicar sus derechos. Más de 40 países se han sumado a la iniciativa con el objetivo de exigir la igualdad salarial, pero sobre todo la erradicación del abuso, el maltrato y, en definitiva, cualquier tipo de violencia –física, económica, verbal y moral– contra ellas, discriminadas en todo el mundo a pesar de ser la mitad de la población a nivel global. En España, las organizaciones feministas en todos los territorios han llamado a paros de entre media (entre las 12 y las 12,30) en ciudades como Madrid (con cacerolada incluida), Barcelona, Bilbao, León, Cádiz, Zaragoza, Elche y todas las localidades de Asturias, y una hora en Murcia y Alicante. La convocatoria fue difundida a través de las redes sociales y estarán acompañadas por diversas manifestaciones, concentraciones y actos en 47 ciudades españolas, según ha informado la Federación Estatal de Organizaciones Feministas. Desde la organización internacional proponen huelgas de consumo, paros parciales o totales, marchas o caminatas. La mayoría de países se ha decidido por una interrupción de las tareas laborales y de cuidados durante un día o unas horas, aunque en algunos países como Rusia el paro será sexual.
La iniciativa tiene su semilla en Polonia, donde el pasado 3 de octubre las mujeres hicieron una huelga de un día para frenar el plan del Gobierno de penalizar el aborto voluntario o involuntario. Debido a la presión social, consiguieron el objetivo de evitar el cambio en la legislación. Ese mismo mes, las argentinas agrupadas en el colectivo #Niunamenos reaccionaron con paros de una hora y masivas protestas para alzar la voz contra la ola de feminicidios del último mes en un país donde cada 30 horas muere una mujer por violencia machista. Estos dos países establecieron contactos y crearon junto a otros la plataforma del Paro Internacional, a la que se han unido colectivos como la Women’s March (Marcha de Mujeres) que llenó las calles en EEUU en una histórica protesta contra el presidente Donald Trump.
La protesta en España trasciende lo simbólico y tiene cobertura legal para todas aquellas mujeres que quieran interrumpir sus actividades laborales gracias al sindicato de la Confederación Intersindical –una central que concentra su actividad en los servicios públicos, la sanidad, la educación y el sector ferroviario–, que ha convocado oficialmente paros parciales. La Confederación Intersindical considera que esta es “una lucha importantísima” y que “los paros simbólicos no llevan a ningún lado” si no hay pérdida económica para las empresas y el sector público. “Nos llegaban peticiones para un paro legal, no solo simbólico, para poder parar más. Estuvimos debatiendo sobre que opción era mejor y optamos por esta, porque una huelga completa podía hacer mucho daño a las mujeres que trabajan en precario y que ya tienen huelga de educación al día siguiente, 9 de marzo. Podíamos conseguir el efecto contrario: que nadie se sumase”, explica la responsable del área de mujeres de la Confederación Intersindical, Mari Luz González.