Las mujeres saharauis aprovechan el FiSahara para denunciar su situación

El festival de cine internacional FiSahara, el único que se celebra en un campo de refugiados por iniciativa de un grupo de cineastas españoles, ha dedicado su décima edición a las mujeres saharauis, sostenedoras de los campamentos y auténticos motores de progreso, estos días decididas a hacerse oír. Grupos de mujeres encabezados por Fatma Mehdi, la secretaria general de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, desarrollan talleres de concienciación de modo simultáneo a las proyecciones del festival, en los que cuentan, con todo detalle y al amor de un azucarado te muy caliente, cómo y por qué es imprescindible la unidad femenina. “Agradecemos mucho el gesto de dedicar el festival a la resistencia de las mujeres saharauis porque todos los gestos cuentan, sobre todo, cuando los medios de comunicación nos prestan atención”, se felicitaba Mehdi en la bienvenida al encuentro. En Sahara, explicó, las organizaciones de mujeres han crecido al amparo de los mismos movimientos del Frente Polisario; “estamos en un momento de construir nuestras leyes, y aunque la cultura saharaui respeta a las mujeres y les da una posición importante, debemos aprovechar ahora para plasmar esos valores y asegurar su respeto en todo momento”, ha dicho. La situación en estos 38 años de vida en los campamentos situados en el desierto argelino, a los que Marruecos les expulsó tras alejarles de sus tierras con un muro de 2.700 kilómetros (que divide de norte a sur el país), no ha sido fácil para nadie. “Los primeros 17 años, los hombres se iban a la guerra y las mujeres se encargaban de la vida en los asentamientos; ellas han sido también quienes han llevado su voz a foros internacionales y han defendido sus objetivos”, explica Mehdi. El primero, “conseguir la independencia, la libertad y la paz en nuestra zona”, y el segundo, “crear una sociedad equitativa”, resume la activista.
Mehdi hace notar que, cuando hay guerra, la mujer juega un papel principal, pero “cuando se termina esa situación, la mujer vuelve a lo de antes”. “Queremos conseguir un país, pero lo queremos con todos los requisitos que merece un estado”, zanja. Y todo ello desde el pacifismo, concepto imprescindible e inequívoco que estas luchadoras se han esforzado por transmitir a sus hijos. La saharaui agrega que todo esto hay que mirarlo desde el prisma de que son mujeres musulmanas, algo, asegura, que “no tiene que ver” con su posición. “Ni la religión, ni la cultura, ni la participación política, ni las tradiciones pueden ser un obstáculo para no tener contacto con el exterior, por eso -explica- formamos parte de muchas asociaciones de mujeres”, entre ellas, cita, Mujeres del Mundo, la Internacional Socialista de Mujeres o la Panafricana de Mujeres. En ese punto, un joven saharaui les sugiere utilizar esa voz para “molestar un poquito al invasor”, a lo que Mehdi responde con una sabia sonrisa: “Poco a poco y todo a su tiempo”. “Hay un proyecto”, afirma. “Cuando empezó el proceso de paz también reconstruimos nuestras estrategias; sabemos que, por necesidad, en el pasado fuimos muy necesarias. Hoy aquella situación ha permitido que se sepa que la saharaui es muy capaz y puede desarrollar cualquier capacidad política. Ningún hombre podrá volver a decir que las mujeres no valen para esto”, afirmó, rotunda, entre aplausos de los asistentes. Los campamentos celebraron ayer el Día Internacional de la Niña con la proyección de “Girl Rising”, del estadounidense Richard Robbins, sobre la importancia de insistir en la educación de la niñas a pesar de los problemas de su entorno. La jornada tendrá un punto de inflexión (y reflexión) con una velada en las dunas, que será retransmitida en directo por Radio 3 “El séptimo vicio”, que contará con la actuación de un grupo de la música raï, la preferida de los jóvenes argelinos. A la vuelta, en la pantalla Desierto (un camión trailer con un bloque de paneles blancos que da la espalda a la luna), “Mares de risa, barcos de piedra”, la cinta que “Payasos en Rebeldía” grabó con su experiencia sahariana del año pasado.
Fuente: terra.com.co