Revista Coaching

Las muñecas de ganchillo

Por Candreu
Las muñecas de ganchillo
Agotadora semana que todavía no ha terminado con record de vuelos y de sesiones en Zaragoza, Valencia, Madrid, Marbella, Pamplona y Barcelona. Pasando por Valencia aproveché para grabar con mi amigo Jaime Maicas de Onda Cero una entrevista en la que hablamos sobre cómo llevar adelante un matrimonio (y una familia por extensión) cuando las circunstancias profesionales son complicadas y cuando el ambiente parece que tira por los suelos esta institución.
Durante 60 años un hombre y una mujer estuvieron casados. Lo compartieron todo, hablaron de todo y sólo se guardaron un secreto. Ella, el día de la boda metió en la mesilla de noche una caja de zapatos forrada con un precioso papel de flores y le pidió a su marido que jamás la abriera ni le preguntara por su contenido. El hombre no le dio importancia a aquello y pensó que ella guardaría allí "secretos" de la adolescencia: quizá algunas cartas, unos diarios...
Cuando la mujer, ya anciana, enfermó y el médico les avisó que el fin podría estar cerca, el hombre trató de arreglar y ordenar todas las cosas de su esposa. Al abrir su mesilla descubrió la caja que casi había olvidado y la colocó en la cama junto a ella. La mujer la abrió y el hombre encontró dentro dos pequeñas muñecas de ganchillo y un montón de billetes atados con una goma y rodeados de un papel con un montón de números tachados. El último número escrito, que estaba sin tachar, era: "90.000$".
"Cuando nos casamos, mi abuela me dijo que el secreto de un buen matrimonio era nunca discutir, y que cada vez que me enfadara contigo, yo debería evitar la discusión y tejer una muñequita de ganchillo".
El hombre se tuvo que contener para no derramar unas lágrimas, ya que solo había dos muñecas en la caja, así que supuso que ella sólo se había enfadado dos veces con él en todos aquellos años llenos de amor y entendimiento.
"Amor, ya entendí lo de las muñecas, pero... ¿y el dinero?, ¿de dónde salió?"
"Ah ese dinero es lo que gané de todas las muñecas que vendí durante todos estos años".
¿Te podrías hacer rico vendiendo tus muñecas de ganchillo?, ¿o prefieres arruinarte en estériles discusiones?.

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