"Jacqueline Susann parece un camionero travestido, con todos mis respetos hacia los camioneros"Truman Capote
Corrían los Sixties en Estados Unidos y la novela “El Valle de las Muñecas” se convertía en un éxito pocas veces visto en el mundo editorial: 30 millones de ejemplares vendidos. Para muchos, este roman á clef no había sido escrito… sino “perpetrado” por Jacqueline Susann.
La llamaron “Harold Robbins femenina”, cutre y vulgar. Decían que tipeaba sus novelas en una caja registradora y que su vocabulario enrojecía hasta a los marineros. A Jacqueline no le importaba, escribía a su manera y recreaba las más sicalípticas fantasías (o realidades) de Broadway y Hollywood y el mundillo de drogas, prostitución y orgías que recorrían todas las aspirantes al mundo del espectáculo.
A su manera, irreverente y polémica, la escritora enfocó las “muñecas”, que no eran precisamente las tres chicas protagonistas de su novela, sino las famosas pastillas (barbitúricos) para evadirse y ser feliz en ese camino hacia la fama, donde el sexo vendido y los intereses superaban todo sentimiento.
La escandalosa Jacqueline Susann –a quien se le adjudicó affaires con Coco Chanel y Ethel Merman- escribió sobre lo que más y mejor conocía: las drogas y el sexo. Había sido columnista antes de dedicarse a las novelas, antes una mediocre actriz y antes, una chica bonita y fiestera.
¿Un mérito indiscutible? La autora creía religiosamente en esa novela que había sido rechazada por tantas editoriales. Fue la verdadera forjadora de la venta de los treinta millones de ejemplares: ciudad por ciudad, visitó miles de librerías, en donde se presentaba al dueño como autora, mostraba su libro y convencía para venderlo. Firmaba cada ejemplar en las presentaciones, recababa los datos del lector y posteriormente escribía a cada uno, su carta personal de agradecimiento.
“El Valle de las Muñecas” arrasó y Jackie inauguró una nueva manera de vender libros, mezcla de desvergonzados cotilleos de Hollywood, “muñecas”, sexo más sexo y mercadotecnia. Le siguieron “La máquina del Amor” y “Una Vez no basta” (1). Todos fueron best sellers con posteriores adaptaciones cinematográficas.
Susann nunca tuvo dudas respecto de su talento como escritora “los números –decía- no admiten discusión”. Tampoco fue excesivamente ambiciosa, se conformó con el episodio de éxito y fama que había conseguido, pero disfrutó poco tiempo. Falleció a los 56 años de cáncer y sus restos fueron incinerados y dispuestos en una urna…con forma de libro.
"A good writer, is one who produces books that people read--who communicates. So if I'm selling millions, I'm good. If you think critics have vilified me, you should see what they did to Zola. They called him a yellow journalist. And Dickens. . .oh, they murdered him in his time. It's like chocolate ice cream. You're not supposed to like it because it's common." Jacqueline Susann
(1) Simon & Schuster –quienes habían publicado la anterior novela de Jacqueline Susann “La Máquina del Amor”- recibieron el ejemplar de “Una Vez no basta”. Su respuesta a la autora fue un telegrama que decía: "Para nosotros, una vez fue suficiente".