Quiero ser la reina pa cuando vuelva
por eso quiero un hombre rico pa que me mantenga
dile a todo el mundo que estas con una hembra
que tienes un juguete nuevo pa que te entretengas
to lo que se consigue con una mini usi
una finca grande con jardín y jacussi
méteme al certamen de reina de belleza
no puedo pedir tanto con tan poco en la cabeza
¿Qué, cómo se les queda el cuerpo? Les he puesto parte de la letra del principio de “Las muñecas de la mafia” por si su nivel de colombiano no les permite seguir bien todas y cada una de las palabras. Porque, como han podido ver, no tiene desperdicio. Esta exitosa serie fue realizada y emitida en el año 2009 por Caracol Televisión, una de las dos grandes cadenas públicas del país. Marcó un increíble share de 49,9%, y se posicionó como lo más visto de ese año.
Y como podrán suponer, cuenta la historia de cinco muchachas que, por diferentes motivos terminan involucrándose en el mundo de la mafia y el narcotráfico, disfrutando del lujo y las perversiones que conlleva. La telenovela, basada en el libro “Las fantásticas” de Andrés López, muestra unas mujeres absolutamente recauchutadas, que están megabuenísimas y que, aunque han llegado por diferentes vías al narcotráfico, tienen lo que quieren, cuando y dónde quieren.
En un país donde las mujeres luchan por quitarse estigmas, por no cargar con un peso educacional que les taladra el cerebro con la belleza, las operaciones estéticas, el “estar bonita” para el hombre, un culebrón de estas características hace un daño tal, que no creo que ni siquiera la sociedad pueda medir sus consecuencias. Que a mí, extranjero, me parezca repugnante, no es nada nuevo. Al que debería parecerle repugnante es al colombiano que quiere tirar pa lante, y mostrar un país nuevo a ojos de los demás.
Yo, por si me quieren llevar la contraria, y engancharse a esta historia de tiros, silicona, coca y traquetos, les dejo el primer capítulo, para que hagan boca.
PD: Sí, una “mini usi”, oséase, un mini uzi es un estimado subfusil israelí, muy apreciado en su momento por el fructífero mercado del narco, por ser compacto y ligero. Yo tuve muchas en la mano, en videojuegos, pero esa es otra historia que les contaré si se portan bien.