Revista Cultura y Ocio

Las noches de Flores de César Aira: del relato deslumbrante a la pura chapuza

Publicado el 27 diciembre 2010 por Poli @FIPoli27

Las noches de Flores de César Aira: del relato deslumbrante a la pura chapuza
La literatura tiene sus propias reglas de juego que permiten establecer complicidades entre lectores y escritores en lo que se denomina el sueño ficcional. Dentro de esos principios básicos están los que rigen al narrador: el punto de vista y la administración de la información del relato. La historia la puede contar alguien en primera persona desde su subjetividad y conocimiento imperfecto de la realidad. También puede ser contado en tercera persona por un narrador omnisciente (que todo lo conoce, hasta el pensamiento más íntimo de los personajes), típico de las novelas decimonónicas. O puede contar el relato en tercera persona un narrador testigo que administra la información sobre los personajes y la trama, a partir del conocimiento fragmentario que posee de la realidad.
Lo que no se debe hacer es lo que hace César Aira en Las noches de Flores en cuanto a ocultamiento y tergiversación en el relato, por parte del narrador, sin ninguna explicación.
Así, los dos protagonistas que empiezan siendo Aldo y Rosita Peyró, "un matrimonio maduro de Flores que eran miembros muy característicos de nuestra vapuleada clase media, con una jubilación mediocre, casa propia, sin apremios graves pero sin un gran desahogo, con salud y energía, hacían delivery nocturno para una pizzería de barrio", pasaron a ser, sin que mediara ninguna explicación, Rosita (en la página 80) no vidente; Aldo (en la página 115) Cloroformo "un viejo marica que conocía todos los secretos inmobiliarios de Flores, implicado en el caso de los jóvenes esclavos; Rosita (en la página 117) un hombre y, finalmente, (en la página 138) resulta ser Resplandor, "el ciego que tanto daño ha causado". 
No todas estas transformaciones se producen sin ninguna explicación, ni pistas, ni antecedentes, sino que el narrador engaña y ayuda a la tergiversación deliberadamente.
Antes de descubrirnos la condición esencial de no vidente de Rosita, nuestro narrador no solo no da pistas sino que por el contrario nos afirma la capacidad de esta de ver.
"Aldo y Rosita que iban en camino a entregar la última pizza de la noche, los vieron pasar desde la vereda de enfrente" (Pag. 13). "Esa noche se detuvieron varias veces; aquí y allá, a contemplar unas pintadas..." (Pag. 24). "De no ser por la ocupación que los sacaba de su casa, Aldo y Rosa también habrían quedado reducidos a la información de la pantalla. Pero lo veían tal como era: familias durmiendo en la calle..." (Pag. 25).
Además, el resto de los personajes actúa en consonancia con la condición de no vidente de Rosa solo una vez que el narrador la descubre y este mismo hace referencias. Justo antes de que Walter descubra, en el baño de la pizzería, que Rosa es un hombre, se pregunta si correspondía ayudar a una mujer ciega en esa circunstancia.
No solo esto, sino que el narrador nos presenta a lo largo de 80 páginas de la novela a una pareja que no es tal.
"Rosa se preguntaba, y se lo preguntaba desde hacía 40 años, si toda la vida de Aldo no sería una serie ininterrumpida de bromas tontas y barrocas" (Pag. 57). "Rosa que nunca había sabido que su marido le pusiera tan alto precio a la aventura y que lo sabía el hombre más sedentario del universo". (Pag. 48). "Un matrimonio al borde de sus bodas de oro, en cambio, era algo que había llevado mucho tiempo hacer, y la historia que arrastraban los identificaba" (Pag. 38).
Estos son solo ejemplos de la infinidad de inconsistencias con que esta construído este deslumbrante relato que, como me dijo un gran escritor español sobre la escritura de Aira, terminan por transformarlo en una segunda lectura en "puras chapuzas".
Lamento en serio que este post sea el que es y termine así, porque, luego del entusiasmo de leer su novela "Varamo", tenía la intención de escribir uno reivindicando al escritor argentino nacido en Coronel Pringles, uno que dijera algo así como "Reconsiderando a César Aira", pero no fue posible.Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".

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