Daniel Alves ha sido un año más, pieza fundamental en los esquemas de Guardiola. Su impetu y su profundidad resultan vitales para dotar al equipo de punch por la banda derecha. Este año, Messi no ha jugado tan escorado, ocupando en muchos partidos la posición de media punta e incluso delantero centro. Esto ha permitido a Dani explotar al máximo su carril. Desde luego no ha igualado la temporada pasada en cuanto a rendimiento, ya que eso es prácticamente imposible, pero si se puede decir que su temporada ha resultado brillante. Su fiabilidad es incuestionable. Siempre responde a las exigencias del partido y nunca defrauda ya que siempre lo da todo. Quizá le ha faltado un poco de regularidad, es decir, ha enlazado partidos increibles con otros más grises. Sigue asombrandome su habilidad en el regate y en el pase. No olvidemos que estamos hablando de un lateral, por cierto, para mi, el mejor del mundo con diferencia.
Sigue pecando de un teatrerismo exagerado. Por un lado es bueno para el equipo, ya que la grada contraria enfoca sus iras en él, dejando un poco de lado al resto de compañeros. Sin embargo, en ocasiones, este echo influye en los árbitros, lo que le ha costado varias amarillas e incluso lalguna expulsión. No es bueno que todos los focos alumbren al mismo actor y eso Dani lo sufre en sus carnes en cada campo que visita. El rival le busca las cosquillas para descentrar al brasileño. Estos detalles debe vigilarlos más.
Tampoco debería descuidar Alves su centro al área. Aunque sigue ejecutándolo muy bien, esta última temporada se ha reducido algo el porcentaje de acierto. En realidad, en algunos partidos resultó desesperante ver a Dani enviar melones a la tercera gradería.
Aún así, me sigue pareciendo un elemento diferencial, uno de los jugadores que decantan los partidos. La clave de este Barça es crear superioridad en banda. Con Alves y Messi actuando en el carril diestro, este equipo es temible y mucho menos predecible. Los desequilibrios tácticos que se generan en el rival son determinantes y decisivos. Quizá este año la nueva ubicación del pibe nos ha privado de aquellas combinaciones imposibles entre el argentino y el brasileño sobre la línea de cal. Esperemos que Pep retome ese camino que nos dió tantas horas de diversión y tantos triunfos.
En defensa, Alves es practicamente imposible de superar en el uno contra uno. No obstante, sus constantes subidas al ataque le han costado al Barça varios goles.Mi opinión es que no debe variar su forma de jugar. Es un riesgo que el Barça debe asumir como equipo ofensivo que es. También suele tener despistes de marcaje, sobretodo cuando el balón está en el lado contrario a su posición. Esto si se debe trabajar. Es un problema de concentración que nos evitaría muchos disgustos.
En definitiva, para mi un jugadorazo y seguramente, uno de los mejores fichajes que ha realizado el Barça en la última decada. Su estilo de juego redunda en dotar al equipo de caracter ofensivo y alegre. Alves transmite seguridad, confianza y entrega. Forma parte de la columna vertebral que mantiene arriba del todo a este equipo, ya saben, Valdés, Piqué, Alves, Xavi, Messi. Para mi, los jugadores hoy en día insustituibles y básicos para Pep. Son los que dotan a este Barça de un estilo propio, de un sello de identidad, que lo hacen reconocible juegue donde juegue. Dani, que le podamos ver por muchos años en Ca´n Barça.