Revista Comunicación

Las nuevas generaciones de periodistas

Publicado el 01 octubre 2014 por Humberto M. Fresneda @hmfresneda

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Acabo de dar la bienvenida a las nuevas generaciones de futuros periodistas que hoy entran en la universidad y ponen el marcador a cero en esta nueva aventura que les va a llevar a vivir los mejores cuatro años de sus vidas.

Muchas cosas se me vienen a la cabeza, se me han venido, pero si pudiera resumirlas me quedaría con dos o tres:

1. La necesidad de buenos periodistas

La sociedad demanda buenos periodistas. Buenos de intención, buenos de corazón, buenos de ideas y buenos como profesionales. Claro que hay que formar a nuestras nuevas generaciones en los últimos adelantos tecnológicos y formatos que les permitan estar a la altura profesional requerida para informar en tiempo récord a la humanidad entera. La universidad no es ajena a eso. Pero más importantes si cabe es tratar de formar a los periodistas en una nueva mirada que les permita ser conscientes de la responsabilidad que adquieren, de la necesidad de ser personas con la cabeza bien amueblada para poder ser notarios para el mundo entero de lo que pasa, contándolo con el objetivo de ser servidores de la sociedad.

2. La necesidad de buenos comunicadores

Comunicar no es un verbo. Es una necesidad del ser humano. Es, si cabe, la necesidad del ser humano más importante. Porque en la comunicación está la interrelación entre dos o más personas que tratan de dialogar en torno a una misma realidad.  Me da la impresión que las nuevas generaciones de periodistas reclaman habilidades y medios para poder comunicar con eficacia. En un mundo donde parece que los jóvenes sólo se mueven pendientes de lo superficial, donde sólo parece que les atrae lo físico, me da la impresión que empiezan a reclamar nuevos retos que les atraigan. Y en cualquier campo pero especialmente en el campo del periodismo no hay nada menos atractivo que un mal comunicador, una persona que no sepa hablar, que no sepa dirigirse a los demás, que no sepa encontrar la palabra adecuada para el momento adecuado. Que no sepa escribir desde el corazón para el corazón. La  comunicación, innata al periodista y a la persona necesita de buenos oradores, de buenos escritores que puedan añadir al atractivo del mensaje el atractivo en la forma de comunicarlo.

Y observo en la mirada de estos nuevos jóvenes que un día no muy lejano serán nuestros periodistas que están sedientos de estos atractivos, que quieren sentirse admirados no por lo más superficial sino por su capacidad de seducir a través de la palabra o el escrito.

3. La necesidad de convertirse en referentes

Un tweet de 140 caracteres lo puede escribir cualquiera. Un tweet que seduzca, atraiga y, al mismo tiempo, comunique sólo lo podrán escribir periodistas comprometidos con la verdad. Un móvil con twitter lo tiene cualquiera. Pero no creo en el periodismo ciudadano como tampoco creo en el médico ciudadano o en el arquitecto ciudadano. El periodista es un profesional que busca, contextualiza, contrasta y cuenta algo de una realidad. Por eso es necesario dar referencias a la sociedad de solvencia, de credibilidad. Y todos estos nuevos chicos y chicas que empiezan hoy a estudiar periodismo, están llamados a ser referentes de sus grupos de influencia y, más tarde, de la sociedad. La sociedad necesita estos referentes para estar tranquila y poder fiarse de unas personas que con responsabilidad y libertad les acercan al día a día.

 

Muchas más cosas se me ocurren pero ya tendremos tiempo de debatirlas y analizarlas. Mientras tanto, bienvenidos al mejor oficio del mundo.

 


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