Revista Atletismo

Las ocho de Odriozola

Por Pberraondo

No sé si ustedes echan de menos a José María Odriozola, presidente de la Federación española de Atletismo, después de la clausura ayer del europeo que se ha celebrado en Barcelona. Y echo de menos a algún personaje más, como Jaime Lissavetzky, secretario de estado para el deporte.

Les encanta sacar pecho con las victorias españolas. Hay quien piensa que Lissavetzky tiene cuatro funciones en el mundo del deporte español. Enumero:

- la más importante, presentarse en todas las fotos donde un español roce la gloria, y salirse del marco cuando el españolito, con su esfuerzo, no consigue subir a los más alto y el honor de posar junto a don Jaime. Podéis ver al secretario de estado en París apretando la mano de Contador, en Londres con Nadal, en Sudáfrica con la roja, en cualquier circuito de F1 con Alonso, etc. Pero será caro de ver en las piscinas, en las canchas de balonmano, en la liga de rugby o la de waterpolo, en critériums ciclistas… El hombre no se puede multiplicar, así que se queda con los viajes exóticos y con las fotos de portada. El resto, no es motivo de orgullo ni de una beca ADO.

- meterse donde no le llaman. Después del escándalo de sus viajes, y el de su familia, para ver en Japón a la selección de baloncesto, le dio un aire con la Operación Puerto. Quiso ser algo así como el Superman del antidoping, y no hizo más que señalar directamente a inocentes, condenar a ciclistas españoles, y descubrir más bien poco. Una operación orquestada y publicada a bombo y platillo.

- desaparecer cuando se esperaba ver a los españoles con un oro y se quedan con una medalla de chocolate o retirados por lesión. Un buen ejemplo lo acabamos de tener en Barcelona.

- don Jaime tiene la cualidad de obligar a todos los periodistas a buscar su nombre en google para no escribirlo mal.

Características de un secretario de estado para el deporte, que abraza la bandera en el éxito y olvida a sus deportistas en el fracaso. Y está cundiendo el ejemplo. Me hubiera encantado ver al señor Odriozola defendiendo a los suyos después de su cuestionable participación en los europeos de Barcelona. Digo cuestionable porque si quien más les conoce anuncia que van a subir al podio entre 15 y 18 veces y acaban subiendo sólo 8, es un fracaso.

Y por su culpa y precipitación, las miradas se centran en los deportistas. Esos extraños seres que trabajan duramente cuatro años, que sacrifican amistades y familia por un sueño, y que se la juegan en un puñado de minutos en el mejor de los casos. Ellos han hecho un gran campeonato. Podrían haber hecho más, seguro, pero han cumplido y han representado a España de la manera más digna posible. El atletismo, que nadie se olvide, no deja de ser eso, un deporte.

Lo mejor, que la afición se ha vuelto a enganchar a la televisión para ver a la delegación española. Lo peor, confirmar que hay gente que hace más daño al deporte español que lo que ayuda.

A pesar de los pesares, los atletas ya se han dado cuenta que cuentan con el apoyo de la afición que ha acudido a Monjuit y que ha seguido sus pruebas por internet, por la radio, la prensa o la televisión, con una magnífica cobertura de Teledeporte, dicho sea de paso.

Aunque se hayan guarecido bajo tierra como los topos aquellos que ahora debieran estar destacando el papel de los españoles y animándoles para los próximos retos, a nosotros no nos queda más que decirles que nunca correrán solos…

Las ocho de Odriozola

Por cierto, no he visto al ministro de deportes en una cita tan importante para España como son los europeos de atletismo organizados por tu país. Si hay alguien que todavía no lo sabe, el ministro de deportes es José Luis Rodríguez Zapatero, a la sazón Presidente del Gobierno.


Volver a la Portada de Logo Paperblog