En 2022, la mortalidad en exceso provocada en nuestro continente por las olas de calor sucesivas se registró principalmente en países del sur continental: España, Italia, Grecia y Portugal.
El récord de temperatura para Europa, fue registrado el 1 de agosto de 2022 en Sicilia (Italia): 48,8 grados Celsius.
Las temperaturas nocturnas altas son peligrosas para la salud humana
El hemisferio norte sufre actualmente seis veces más olas de calor que en los años ochenta y en lugares donde se superan los 45 grados las temperaturas pueden permanecer en los 40 grados durante la noche, lo que es más peligroso para la salud que la temperatura diurna, indican especialistas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Las temperaturas nocturnas altas son particularmente peligrosas para la salud humana porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor permanente, lo que lleva a un aumento de ataques al corazón y a muertes.
El impacto de El Niño en Europa se suele sentir más claramente a través de la cuenca del Mediterráneo y entre los cambios que pueden esperarse es que las olas de calor llegarán cada vez más pronto, es decir durante la primavera en el hemisferio norte.
La mayoría de muertes relacionadas con esta situación no ocurren por ataques al corazón, sino por el impacto en personas con enfermedades preexistentes. El calor extremo puede empeorar los problemas cardiovasculares y respiratorios.
Un calor sin precedentesUn calor extremo sin precedentes y la sequía generalizada marcaron el clima europeo en 2022, según el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus, que advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes e intensos.
En 2022, Europa vivió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor intensas y prolongadas en gran parte del continente, en especial la zona sur, que soportó el mayor número de días de "estrés térmico muy fuerte" jamás registrado.
En especial, preocupa el Ártico, cuyo clima está experimentando cambios drásticos y cuyas temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C.
El pasado año fue el sexto año más cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido, con temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.
Groenlandia también experimentó condiciones climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y la isla vivió tres olas de calor.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) pone de manifiesto los alarmantes cambios del clima, tras el verano más caluroso jamás registrado en Europa, olas de calor marinas sin precedentes en el Mediterráneo y temperaturas récord en Groenlandia.