Londres, (EFE).- Una espectacular ceremonia de color, música, magia y sentido del humor inauguró los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en la que no faltó nada de lo que caracteriza al Reino Unido, desde la revolución industrial, las libertades individuales, James Bond, Paul McCartney y la misma reina Isabel II.
La llama olímpica fue portada al Estadio de Stratford por el británico Steve Redgrave, campeón de remo, que la entregó a siete jóvenes encargados de llevarla al centro del campo para encender un pebetero gigante formado por 204 pétalos mientras una explosión de fuegos artificiales iluminaba el cielo de la villa olímpica.
Con "Hey Jude" y después de que los 62.000 espectadores le acompañaran con el "na, na, na" de la famosa canción de los Beatles, Paul McCartney dio por clausurada una ceremonia que reflejó toda la diversidad y el dinamismo de Londres, sede los trigésimos juegos olímpicos de la era moderna hasta el próximo 12 de agosto.