Ajustando cuentas con el pasado
Curtis Garland mira al pasado —la Barcelona de la posguerra, un crimen que se cerró en falso— desde el presente. El autor y su personaje, César Velasco, policía que soñaba con matar a Franco, desvelarán la verdad sobre hechos acaecidos hace medio siglo y señalarán al culpable. Pero siguiendo la mejor tradición detectivesca, harán mutis por el foro una vez desenmascarado este, para que sean las insituciones, el azar o el destino quienes tomen las medidas oportunas.En otras ocasiones hemos hablado del prolífico Juan Gallardo Muñoz, alias Curtis Garland, que escribió más de 2000 novelitas de a duro. Añadiremos que Las oscuras nostalgias es quizá la novela que escribió a pecho descubierto, saltándose las imposiciones a veces un tanto rígidas de sus editores —necesidad de aventura imparable, escenarios internacionales que nos separaran de la pobreza de la posguerra española—, y que por ese motivo quedó en un cajón, aunque Tere, la amada esposa del escritor, siempre le animó a publicarla. Gracias a editores como Señor Pulpo y Morsa, al fin podemos disfrutar de esta joya. A destiempo, sí, como hay que disfrutarla, de la misma forma en que sus protagonistas ajustan cuentas con el pasado.
una España en la que nunca pasaba nadaPuede que esta novela no hubiera sido posible antes: su dura crítica a la iglesia y las clases adineradas, su impenitente retrato de las clases humildes —hombres que viven del estraperlo, mujeres que salen adelante como prostitutas— no hubiera sido aceptable en una España en la que nunca pasaba nada, donde los periódicos solo podían publicar un suceso a la semana para mantener esa imagen de un país en paz.
Me sentía demasiado viejo. Recordar no era bueno, no hacía ningún bien. No tenía un sabor agridulce, sino más bien amargo. Yo, César Velasco, ex comisario, acababa de dejar atrás otra mujer muerta...Las oscuras nostalgias no solo es un desahogo personal o un ajuste de cuentas particular, que también, sino que aporta una reflexión estremecedora sobre el paso del tiempo, todo ello dentro de una investigación realizada por un policía anciano que solo quiere descansar. Desgraciadamente, Curtis Garland falleció en 2013, pero al menos pudo ver publicada esta novela. Él también puede descansar, estando seguro que deja un buen puñado de admiradores dispuestos a seguir leyéndole.Morsa, 2013Compra en Estudio en EscarlataDavid G. Panadero