Las palabras prohibidas en casa

No me imaginaba que llegaría tan pronto (18 meses), el momento de tener cuidado con lo que decimos porque lo va a repetir la beba. Pues sí. Durante las Navidades empezó a soltarse bastante la lengua de trapo de la beba, y ahora con 19 meses va diciendo frases, y todo todo lo repite o imita.

La beba es curiosa, aprende rápido y se le entiende bastante bien. El problema está en que según lo que digas puedes provocar cosas que no querías. Os cuento cuales con las palabras que hemos empezado a cambiar:

Chupete/tete. Es oírla y quiere uno. Sino ni se acuerda.

Patata. Sabe lo que es y le encantan, sean fritas, hervidas… así que si estás comiendo y hay patatas de segundo plato, ¡ni las nombres! que sino ya no querrá nada más en el mundo.

Galletas. Lo mismo pasa con las galletas. Es una obsesión. Yo creo que en la guarde le dan muchas, e intento en casa no darle, o muy pocas. Pero sabe donde están, y como una palabra le recuerde a galleta, o alguien lo nombre… estás perdido, ya puedes darle un trozo. Ah! y no sirve un trozo en la mano, no no, la señorita quiere un trozo por mano. Hay que decir que le das media galleta por mano, y casi siempre te devuelve la segunda mitad.

Olivas. Pasa igual que las anteriores. Le encantan. ¿Qué tienen las olivas que le gustan a los niños? Eso sí, ella no sabe decirlo, pero cuando quiere una pone el dedo índice y el gordo cerquita y va a la nevera y se lleva los deditos en esa posición (como si tuviera la oliva en los dedos) a la boca para pedirte una.

Pica. Le gustan los Pica Pica. Son como los cantajuegos, pero más molones. En cuanto ve una imagen de ellos, quiere música, o vídeos para bailar. Así que si pica la comida, ya podemos expresarlo de otra manera, que sino le viene el grupito a la cabeza y es cabezona como ella sola.

Vídeo. Últimamente pide menos. Pero aún así es palabra clave si ve el móvil, o si tu la dices. Y la repite y repite. Casi siempre logramos distraerla en otra tarea porque no me gusta que vea móvil/tele, pero desde que sabe expresarse deja muy claro lo que quiere.

Pies. Como lo leéis. Pies. Da igual que el suelo esté helado. Como hables de sus pies querrá ponerse descalza y correr por toda la casa. Y de ahí a correr en “chichetas” (es decir desnuda o semidesnuda) hay un paso. Empieza gritando pies en cuanto se los ve, corriendo de alegría, y luego te dice “ichetas” para que le vayas quitando ropa. Esto ocurre generalmente antes del baño, y no pasa nada, de hecho nos hace gracia ver como descubre su cuerpo, su tripa, sus rodillas… pero cuando le da por las chichetas a mitad de mañana…que pereza!! no veáis como corre la tía!! (recordad que ahora mismo peso 11 kg más que hace unos meses y no estoy para ir corriendo detrás de ella!)

Paseo. Está claro que no puede estar un niño todo el día en casa. Pero como salga la palabra paseo y no sea para salir a pasear, se abraza a la puerta con las ganas e ilusión a niveles altísimos.

Ostia. De esto nos dimos cuenta porque lo dijo la abuela que conste, y la beba se pasó un rato diciendo “otia”. Hace gracia una vez, pero cuando no para dices… ay ay ay que como se convierta en su palabra favorita mal vamos…

Mecachis. Igual que con ostia pero no queda tan feo!

Han salido 10 palabras así sin pensar mucho. Esto ya va para arriba, y no va a hacer más que mejorar su lenguaje. Hay que tener cuidado con lo que decimos, no solo porque lo repita, sino porque aunque no lo diga se le queda en la cabeza, que listos son tan chiquitines!!!

¿Vosotros tenéis palabras prohibidas?