Por: Ernesto CañengasMucho se ha comentado en medios diversos sobre la "injusta" victoria del Real Madrid sobre el Manchester United el pasado martes en Old Trafford.
La jugada polémica, por su significado, ha sido la expulsión de Nani. Se ha dicho de todo de ella, desde que Arbeloa lo ve y lo busca, hasta que Cuneyt Cakir es seguidor en Facebook del Madrid y del Barcelona (y de 28 equipos más) y no del ManU.
Todo con tal de menospreciar la victoria madridista y llenar de intriga el sendero blanco en la máxima competición a nivel de Clubes del Mundo.
No nos quedemos solo en esta acción pues denota simplismo y poco tino a la hora de analizar los errores arbitrales. Analicemos globalmente la influencia de los colegiados en la eliminatoria y así saquemos conclusiones más generales y ambiciosas.
Empezamos por la ida y lo "favorecido" que ha sido el Madrid por las decisiones arbitrales.
En el Bernabéu con 0 a 0 en el marcador el colegiado señala tiro de esquina favorable al Manchester ante la insistencia y desesperación de Sergio Ramos que advierte al colegiado el hecho de no haber tocado el esférico. Lo sucedido luego es ya historia, Rooney la pone al corazón del área pequeña y Wellbeck anota. La repetición demuestra que es Kagawa quien toca el último al esférico y no el central español, por tanto el córner no debió concederse y con ello el Manchester no hubiese marcado.
Todavía en el primer tiempo y con 1-1 en el luminoso Phil Jones carga con el brazo sobre Angel Di María desentendiéndose del esférico dentro del área. La acción no tiene ningún tipo de duda, penal. El reglamento así lo señala pues al ser la carga con el brazo se considera ilegal y por tanto falta. El árbitro estaba delante de la jugada y deja jugar.
El Manchester tuvo ocasiones para marcar mas no lo hizo. Su único gol en el encuentro no debió subir nunca al marcador del coliseo blanco. Mientras al Madrid se le privó de una pena máxima.
Por su parte el central francés Varane no debió terminar el choque por los locales pues comete una falta como último hombre sobre Evra en el segundo tiempo y de haberse señalado debía ser expulsado.
El arbitraje de Felix Brych dejó mucho que desear en el Bernabéu, con errores para ambas partes, pero sin dudas con mayor daño al Madrid. Aunque quizás la guinda fuera el no permitir sacar el córner cuando aún no se habían agotado los minutos de descuento privando de una jugada a balón parado para los ingleses.
En la vuelta el designado para impartir "justicia" fue el turco Cuneyt Cakir. La historia es harto conocida. El Real no fue capaz de crear problemas serios a los de Ferguson, durante 45 minutos, quienes sin ningún pudor salieron a esconderse detrás del esférico, a pesar de ello los Reds tuvieron las mejores del partido hasta ese momento.
A penas comenzar el segundo tiempo una buena acción del Manchester derivó en gol en propia puerta de Sergio Ramos. Pero revisando la jugada esta debió quedar invalidada por fuera de juego de Van Persie cuando intentaba rematar. No se anuló la acción y el gol, ilegal, subió al marcador.
Entonces en el minuto 55 Cakir malinterpretó la jugada que marcaría, para algunos, la eliminatoria. Nani salta a controlar un balón y Arbeloa, con la posición ganada, también lo hace. El portugués llega tarde y los tacos de su zapatilla derecha pegan en el costado del lateral español. En ningún momento Nani busca al español, pero el contacto existe y como tal debe pitarse.
Una simple acción de juego peligroso fue interpretada como agresión grave y la tarjeta en las manos del colegiado cambió de color. Aquí se equivoca claramente el turco. Era amarilla, como anteriormente se la mostrara a Arbeloa por una entrada también fea sobre Evra, y nada más. Pero la espectacularidad de la acción o quizás el hecho de que Nani diera largas al juego hicieron que tomase la decisión equivocada.
Después de esta acción, y con el Madrid aún perdiendo por uno. Un centro de Modric es peinado en el primer palo y el remate de cabeza en boca de gol de Higuaín es rechazado por las manos de Rafael. Estas claramente cortaban la dirección a gol del balón y estaban levantadas y fuera de una posición normal. Penal y expulsión que no fue.
Luego en una contra perdonó también la segunda amarilla a Carrick cuando agarró a Kaká impidiéndole llegar a una asistencia de Cristiano Ronaldo.
Se equivocó también en el área madridista cuando en el tiempo de prórroga Sergio Ramos llegó tarde al balón y derribaba a Patrice Evra. Amarilla y penal. Con la sanción por acumulación de amarillas para el de Camas, quien se perdería el partido de ida de Cuartos.
Como vemos los errores fluctuaron en beneficio de unos y otros. Aunque el Madrid terminase jugando cerca de 35 minutos contra 10 jugadores, Cakir no anotó los dos goles que tumbaron al Manchester, quienes además no fueron capaces de anotar ante Diego López en el arreón del final del partido.
Basta señalar que el Barcelona la temporada pasada ante el Chelsea a pesar de jugar durante más de 50 minutos (por expulsión de Terry) con un hombre de más no consiguió pasar la eliminatoria. Messi en este partido falló un penal que pudo cambiar la eliminatoria.
También el Barcelona en el Camp Nou en el 2010 no pudo romper la muralla del Inter de Mou a pesar de que estos estuvieron más de una hora con uno de menos por una expulsión ridícula de "Cakir" a Thiago Motta.
Los que ahora demeritan la remontada del Madrid en un campo tan complicado como Old Trafford han sido quienes en la misma situación que el Madrid no han sido capaces de pasar sus eliminatorias anteriormente.
Por tanto antes de quitar a los rivales méritos es necesario analizar la historia completa. El ManU jugó con fuego ante su público, metido atrás todo el tiempo y esperando a la contra.
Esperemos a ver cómo se desenvuelve el resto de esta edición de la Champions. Desde ahora seamos correctos e imparciales a la hora de juzgar al rival, sea quien sea.
Esto es fútbol y es un juego, tomémoslo como tal y disfrutemos en vez de ensuciar a este magnífico juego con más polémica que la habitual, pues en este deporte suele suceder que dónde las das a veces también las tomas.