Familia de OBA, en la Bética romana
Que cierto ese refrán que dice que “de casta le viene al galgo”. Y me refiero a la peculiar forma de hablar de la Bética, la provincia más al sur de Hispania. Una de las más ricas y más latinizadas del tiempo más esplendoroso de la Antigua Roma. De la Bética proceden los emperadores Trajano y Adriano, así como el origen del emperador filósofo Marco Aurelio. Políticos de la importancia de los Balbos, tratadistas de la categoría de Columela, historiadores como Pomponio Melo o filósofos de la talla de Séneca.Con tan destacadas figuras... ¿se imaginan que la peculiar forma de usar el latín de los béticos pudiera provocar burla? Pues sí, además hay testimonios escritos sobre ello.Ya en el año 74 a.c. poetas cordobeses celebraban en latín las hazañas de Metelo, destacado político y militar, aunque con un “acento extraño”. Cicerón se refería a ello con sorna porque que tenían un “pingue atque peregrinum sonum” (“un acento gangoso y extraño”).Un siglo y medio después, en el primer discurso ante el Senado del joven Adriano, provocó las risas de los senadores por su acento rústico y provincial. Que le llevó a esmerarse hasta adquirir una competencia y una fluidez completa. Aunque existen dudas si Adriano realmente había nacido en la Bética o en Roma, no hay la menor duda de su origen. Su padre, Publius Aelius Hadrianus Afer, era natural de Itálica (Sevilla), primo de Trajano, que tras la muerte de padre se convirtió en su tutor legal. Su madre, Domitia Paullina, de Gades, gaditana. El experto Remesal Rodríguez, defiende su nacimiento en la Bética. Y que allí paso la mayor parte de su infancia y adolescencia, de ahí que su primer discurso lo hiciera con ese latín tan provincial y ese tono gangoso característico de la Bética, que provocara la burla del Senado. Esa peculiar forma de expresarse en latín y la sorna que provocaba, me lleva a esa forma peculiar de expresarnos que tenemos los andaluces en la actualidad, ¿motivo de burla? O más bien motivo para sentirnos orgulloso, de un “habla” andaluza llena de diversidad y matices, que pertenece por pleno de derecho al Patrimonio Cultural inmaterial de nuestro país, no solo de Andalucía.También existieron peculiaridades del árabe en al-Andalus, pero esto es "harina de otro costal", al fin y al cabo "de casta le viene al galgo".