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Las Perdidas de Oro del Barça

Publicado el 09 julio 2013 por Futbolera Noticias @NetFutbolera
Desde jugadores de renombre como Zlatan Ibrahimovic a fracasos históricos como el de Dmitro Chygrynskiy pasando por futbolistas que nadie supo muy bien qué aportaban al Barça, las últimas operaciones de salida que han dirigido tanto Sandro Rosell como Joan Laporta en su época como presidente han puesto en duda las capacidades de estos mandatarios como negociadores. El Atlético de Madrid, con David Villa, ha sido el último en 'pescar' casi sin esfuerzo económico a un jugador de primera categoría como David Villa, pero lo cierto es que en Can Barça parece que están ya acostumbrados a poner en marcha cada verano su particular periodo de rebajas.
Las Perdidas de Oro del Barça
Dmitro Chygrynskiy. El futbolista ucraniano ha sido quizás una de las más flagrantes decepciones dentro del Barcelona. El fracaso, eso sí, es atribuible directamente a su escasa aportación en la faceta deportiva ya que este central que fue elegido por Pep Guardiola pasó sin pena ni gloria por el Camp Nou, incapaz de ver las cualidades que el propio futbolista decía tener. Chygrynskiy llegó al Barcelona en la temporada 2009-2010 previo pago del club azulgrana al Shakhtar Donetsk de 25 millones de euros. Una temporada después volvió al mismo equipo por 15 millones, provocando unas pérdidas en la caja azulgrana de 10 millones de euros. La sensación de fiasco fue, sin duda, la reinante en el caso del ucraniano.
Martín Cáceres. Otra de las extrañas operaciones llevadas acabo en Can Barça fue la del defensor uruguayo. Cáceres cambió el Villarreal por el Barça por 16,5 millones de euros y acabó saliendo en dirección Sevilla por tan solo 3. Desde la campaña 2008-2009 a la 2011-2012 el lateral derecho pasó por varias cesiones que hicieron al Barcelona ahorrarse por lo menos su ficha, aunque las pérdidas de su paso por Can Barça se pueden cifrar en 13,5 millones. El Sevilla ha sido, sin duda, el más beneficiado al haber vendido al jugador por ocho millones con una revalorización del jugado en cinco millones de euros.
Keirrison. Otro de los casos más flagrantes de mala planificación es el de este jugador brasileño. Se incorporó al Barça por 14 millones de euros con un perfil de delantero centro. No convenció y fue cedido temporada a temporada hasta que en la campaña 2011-2012, tres años después de su llegada, se marchó regalado al Coritiba brasileño. Keirrison no llegó ni a debutar con el Barça. 14 millones se fueron por la borda. Junto a él había llegado Henrique, con el que el Barcelona perdió otros ocho millones al no recuperar ni un céntimo en su venta.
Alexandr Hleb. El bielorruso, actualmente en las filas del Bate Borisov, solamente jugó una temporada en la plantilla del primer año de Pep Guardiola como entrenador azulgrana. Después de este año, en el que jugó un total de 36 partidos, el Barcelona decidió ceder al jugador ingresando 2 millones de euros después de haber pagado por él 15. Hleb volvió de esta cesión con el Stuttgart y siguió siendo cedido hasta que el Barça se deshizo de él de forma definitiva. 15 millones de descuento otra vez en los grandes almacenes de Can Barça.
David Villa. Ha sido el último caso y quizás el más comprensible de todos. Con su salida, el Barcelona se ahorra una ficha de 11 millones de euros y tiene un detalle con el jugador que quería tener minutos en otro club. Villa se va, aún así, dejando unas pérdidas en el Barcelona que pueden ir desde los 38 millones a los 36, según las condiciones que figuran en el contrato de compra-venta ente Barça y Atlético de Madrid. Su rendimiendo deportivo, cargado de altibajos, deja las sensaciones al menos un poco más equilibradas que en los casos anteriores.
Zlatan Ibrahimovic. El desastre absoluto. Es hasta la fecha, y teniendo en cuenta las cifras del traspaso de Neymar, el fichaje más caro de la historia del Barça. Costó 70 millones de euros y duró solamente una temporada en el Camp Nou. Su mala relación con Pep Guardiola, hecha pública por el propio jugador, y también con Lionel Messi fueron determinantes para que el Barcelona decidiera vender al sueco al Milan por 24 millones. Si se tiene en cuenta que además el club azulgrana usó a Eto'o como moneda de cambio -con valor de 17 millones- para incorporar a Ibra, las pérdidas totales ascienden hasta los 63 millones de euros.
Estos son los hombres que han provocado un tsunami de críticas hacia las labores de venda de jugadores dentro de la directiva del Barça en los últimos años. Los éxitos, eso sí, han conseguido mantener siempre calmadas las aguas en Can Barça, una institución que compra la precio de lujo y vende en rebajas.

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