Es una cuestión importante saber que las personas con VIH envejecen 10 años más, o incluso llegando a los 15, que las personas sin esta enfermedad, cuestión que se suma a todas las desventajas de la enfermedad. La enfermedad acelera el proceso biológico de la persona que lo padece, afectando esto al envejecimiento de la persona.
Con todo esto, las personas con VIH son más proclives a padecer enfermedades que vienen con la mayor edad o con la vejez, llegando a sufrir enfermedades que no sufrirían hasta unos años después en caso de que las fueran a padecer. Aunque el tratamiento antirretroviral ayuda mucho a favorecer la vida de los pacientes con VIH, este es otro aspecto a tener en cuenta en cuanto a la salud de las personas con esta enfermedad. No sólo esto, sino algo menos de la mitad de los pacientes con VIH también padecen de hepatitis C. Y aunque se está estudiando para crear nuevos fármacos que frenen esto, será cuestión de tiempo que lo erradiquen en mucha mayor medida.
El paciente con VIH puede tener hepatitis C y probablemente pueda encontrarse con problemas de una edad superior a la que tienen, de manera que afectará a su salud, pero si lo vemos desde un nivel de costes en la situación en la que estamos de crisis económica, también suponen unos costes muy altos para la sanidad, y es posible que en un futuro en recorte de gastos se empiece a recortar también en estos pacientes. Esto afectaría no sólo a los que padecen la enfermedad sino a familiares y posibles afectados, porque aunque es una enfermedad que se puede prevenir también puede afectar a cualquier persona que nos rodee, incluso puede ser contagiada por alguien que no sabe que la padece. Se espera encontrar nuevos fármacos para mejorar la vida de pacientes con VIH.