Revista Infancia
El otro día, a raiz de un post que generó bastantes opiniones encontradas, surgió un intercambio de opiniones que me encantó y del que aprendí mucho.
Aprendí que, aunque inicialmente parezca que nos encontramos en extremos opuestos, es posible un entendimiento. Y es posible si no nos olvidamos de algo importante: que detrás de los blogs y de las opiniones lo que se esconden son personas.
Parece algo muy obvio, pero es muy fácil de olvidar si tenemos en cuenta que lo que tenemos delante es la pantalla de un ordenador. A causa de esto, solo tenemos acceso a una información muy sesgada y tendemos a identificar a las personas que están tras los blogs con las opiniones que emiten, olvidando que somos mucho más que eso.
De esta manera es sencillo encasillar o juzgar a una persona de una determinada manera solo porque sus opiniones son distintas a las nuestras...y es lógico, porque al fin y al cabo es lo único que conocemos de ella.
Pero si nos paramos un poquito, si intentamos ver mas allá de lo que nos muestra la fría pantalla descubriremos que no estamos tan lejos ni somos tan opuestos. Solo hay que estar dispuesto a escuchar, y a aceptar diferentes opiniones sin tomarlas como un ataque personal.
Y aprovecho la ocasión para dar las gracias a quien, con un comentario, me demostró que estoy en lo cierto y que tras una opinión opuesta puede estar una persona estupenda que no merece ser juzgada por pensar de manera diferente a la mía.
La teoría esta clara, ahora solo falta esforzarme por tenerla siempre presente y ponerla en práctica, porque, aunque a veces no me resulta nada facil, estoy segura de que el esfuerzo merece la pena.